Alfonso IX
Alfonso IX (1171-1230), rey de León entre 1188 y 1230, fue una figura clave en la historia medieval de la Península Ibérica, conocido por su papel en la Reconquista y por sus contribuciones al desarrollo político y social de su reino. Hijo de Fernando II de León y Urraca de Portugal, su reinado estuvo marcado por conflictos dinásticos, alianzas estratégicas y avances legislativos que dejaron un legado significativo.
Al ascender al trono, Alfonso IX heredó un reino de León debilitado por disputas internas y la rivalidad con Castilla, cuyo rey, Alfonso VIII, era su primo. Las tensiones entre ambos reinos definieron gran parte de su reinado, aunque también hubo momentos de colaboración, como en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), donde León, Castilla y otros reinos cristianos lograron una victoria decisiva contra los almohades. Sin embargo, Alfonso IX, a menudo marginado en las alianzas cristianas, priorizó la expansión territorial hacia el sur, conquistando ciudades como Cáceres y Badajoz, que fortalecieron el dominio leonés en Extremadura.
Un aspecto destacado de su reinado fue la convocatoria de las Cortes de León en 1188, consideradas uno de los primeros ejemplos de parlamentarismo en Europa. En estas Cortes, Alfonso IX reunió a nobles, clérigos y representantes de las ciudades, otorgando derechos a los ciudadanos y estableciendo leyes que limitaban el poder arbitrario de la nobleza. Este hito reflejó su interés por consolidar el apoyo de las clases urbanas y reforzar la autoridad regia frente a los magnates feudales.
A nivel personal, su vida estuvo marcada por matrimonios políticamente complejos. Se casó primero con Teresa de Portugal y luego con Berenguela de Castilla, pero ambos matrimonios fueron anulados por la Iglesia debido al parentesco cercano, generando conflictos con Castilla y el Papado. De su unión con Berenguela nació Fernando III, quien unificaría León y Castilla en 1230 tras la muerte de Alfonso IX. Este hecho, aunque póstumo, consolidó la hegemonía castellano-leonesa en la Reconquista.
Alfonso IX murió en 1230 en Villanueva de Sarria, tras un reinado de más de cuatro décadas. Su legado combina avances institucionales, como las Cortes, con una política exterior pragmática que fortaleció León frente a sus vecinos. Aunque su reinado estuvo ensombrecido por las rivalidades con Castilla, su contribución a la organización política y militar de la Península lo sitúa como un monarca innovador en el contexto medieval.