Historia de Asturias (y 3)
1812: Asturias logra la liberación del control francés durante la Guerra de la Independencia, desempeñando un papel estratégico al suministrar tropas y recursos a la coalición antinapoleónica. Oviedo y Gijón celebran la expulsión de las fuerzas francesas, y la Junta Suprema de Asturias, que había liderado la resistencia, se disuelve tras restablecerse la autoridad nacional. La Constitución de Cádiz se aplica en la región, instaurando ayuntamientos constitucionales en varios concejos, aunque su implementación es intermitente debido a la inestabilidad política y militar.
1814: Regreso de Fernando VII y restauración del absolutismo. A pesar de su inclinación liberal durante la guerra, Asturias acata los decretos reales. La Real Audiencia de Oviedo se reestructura para alinearse con el régimen absolutista, reduciendo aún más la autonomía local.
1820: Inicio del Trienio Liberal tras el pronunciamiento de Riego. Asturias, con su tradición reformista ligada al legado de Jovellanos, experimenta una renovada actividad política. Los concejos liberales de Oviedo y Gijón impulsan el gobierno constitucional, aunque las zonas rurales se dividen entre facciones liberales y absolutistas.
1823: La intervención francesa (los "Cien Mil Hijos de San Luis") restaura el absolutismo de Fernando VII. En Asturias, los líderes liberales enfrentan represión, y la Real Audiencia ejecuta decretos reales para sofocar la disidencia. La inestabilidad política provoca estancamiento económico, afectando minería y comercio.
1830: Los valles del Nalón y Caudal experimentan un notable crecimiento de la industria minera del carbón, impulsado por inversiones belgas y españolas que sientan las bases para la fundación de la Real Compañía Asturiana de Minas en 1833. Este desarrollo atrae capital desde Madrid y empresarios extranjeros, consolidando a Asturias como un centro industrial clave para el carbón y apoyando la incipiente industrialización de España.
1833: La muerte de Fernando VII desencadena la Primera Guerra Carlista. Asturias se mantiene leal a la regencia de María Cristina y a Isabel II, con Oviedo y Gijón sirviendo como bases militares liberales frente a las fuerzas carlistas. La división provincial de Javier de Burgos configura Asturias como una provincia única, con Oviedo como capital, consolidando su identidad administrativa moderna y fortaleciendo su cohesión territorial dentro del nuevo marco estatal español.
1836: Comienza la Desamortización de Mendizábal, afectando propiedades eclesiásticas en Asturias. Las tierras de la Iglesia se venden, transformando la estructura agraria y beneficiando a una creciente clase de pequeños y medianos propietarios. Sin embargo, la pobreza rural persiste en muchas zonas.
1840: Fin de la Primera Guerra Carlista. Asturias se consolida como un bastión liberal. El Real Instituto Asturiano en Gijón gana relevancia, formando ingenieros y técnicos que contribuyen al crecimiento industrial de la región.
1844: Creación de la Guardia Civil en Asturias para mantener el orden en áreas rurales y proteger la infraestructura industrial emergente. El auge minero se acelera, con un aumento en las exportaciones de carbón a través de Gijón y Avilés, conectando Asturias con mercados europeos.
1850: Comienza la expansión ferroviaria para unir los valles mineros con los puertos. El ferrocarril Langreo-Gijón, inaugurado en 1852, es uno de los primeros de España y facilita la exportación de carbón, marcando un hito en la industrialización regional.
1852: Inauguración de la carretera Oviedo–Gijón, clave en la integración económica interna.
1855: La Desamortización de Madoz redistribuye más tierras en Asturias, promoviendo la modernización agrícola, pero también generando disputas por las tierras comunales en los concejos rurales. La burguesía urbana de Oviedo y Gijón crece en influencia.
1856: La Fábrica de Mieres se consolida como pionera en la siderurgia moderna asturiana, vinculada a la explotación del carbón. Aunque sus orígenes se remontan a 1844 con la Asturian Mining Co., la Société Numa Guilhou impulsa en 1856 una producción industrial más avanzada, que se formaliza en 1879 como Fábrica de Mieres S.A.
1868: La Revolución Gloriosa derroca a Isabel II. Asturias, con sus élites liberales e industriales, apoya al gobierno provisional. Oviedo acoge debates políticos, y la industria minera continúa impulsando el crecimiento económico.
1873: Proclamación de la Primera República Española. Asturias muestra reacciones mixtas: los liberales urbanos de Oviedo y Gijón apoyan los ideales republicanos, pero las zonas rurales y las élites conservadoras se resisten. La Real Compañía Asturiana de Minas enfrenta disturbios laborales, con trabajadores exigiendo mejores condiciones.
1874: Restauración de la monarquía borbónica bajo Alfonso XII. Asturias se alinea con el nuevo régimen, beneficiándose de inversiones estatales en infraestructura. La industria del carbón crece aún más, con capital extranjero (británico y belga) entrando en la región. Huelgas mineras en Asturias, especialmente en las cuencas del Caudal y Nalón, reflejan el creciente descontento obrero. Estas movilizaciones son un preludio al movimiento obrero, que se consolida con la fundación del Sindicato de Obreros Mineros de Asturias (SOMA) en 1910 por Manuel Llaneza.
1880: Asturias se consolida como la principal región productora de carbón de España. Los valles del Nalón y Caudal experimentan un rápido crecimiento demográfico y urbanización, con pueblos como Mieres y Langreo convirtiéndose en centros industriales. Los movimientos obreros comienzan a organizarse, influenciados por ideas socialistas y anarquistas.
1898: La Guerra Hispano-Estadounidense y la pérdida de Cuba y Filipinas afectan a los puertos asturianos, especialmente Gijón, que tenía fuertes lazos comerciales con las colonias. La crisis acelera el giro hacia los mercados europeos para las exportaciones de carbón.
1901: La industria minera del carbón en los valles del Nalón y Caudal alcanza un nuevo pico de producción, consolidando a Asturias como principal proveedor de carbón de España. Las cuencas mineras, especialmente Mieres y Langreo, viven un auge económico, pero las duras condiciones laborales generan tensiones crecientes entre trabajadores y empresas.
1906: La UGT, fundada en 1888 en Barcelona, se extiende con fuerza en Asturias, donde rápidamente gana apoyo entre los mineros. Se convierte en un pilar de la lucha obrera, promoviendo demandas de mejores salarios y condiciones laborales en las cuencas mineras.
1910: Las poblaciones de Langreo y Mieres crecen rápidamente debido a la migración rural hacia las zonas industriales. El ferrocarril Langreo-Gijón, plenamente operativo desde mediados del XIX, facilita la exportación de carbón a través del puerto de Gijón, conectando Asturias con mercados nacionales e internacionales. Oviedo se consolida como centro administrativo y cultural.
1917: Una huelga general, coordinada a nivel nacional, paraliza las cuencas mineras asturianas. Los mineros demandan mejoras laborales y protestan contra el aumento del coste de vida. La represión militar, ordenada desde Madrid, se concentra en Oviedo y las zonas mineras, dejando decenas de detenidos y varios muertos.
1918: Epidemia de gripe (“gripe española”) golpea con fuerza Asturias, especialmente en Gijón y Oviedo. Deja miles de muertos y marca la memoria social.
1921: El Partido Comunista de España (PCE), fundado en 1921, comienza a extenderse en Asturias, atrayendo a sectores radicalizados del movimiento obrero minero. Su influencia crece en paralelo a los sindicatos socialistas, polarizando la política obrera de la región.
1923: La dictadura de Miguel Primo de Rivera impone un control centralizado sobre Asturias. Aunque la producción minera continúa creciendo, las libertades sindicales se restringen y los líderes obreros enfrentan vigilancia y represión. Los puertos de Gijón y Avilés se modernizan para exportar carbón y productos industriales.
1931: Proclamación de la Segunda República Española. Asturias, con su fuerte tradición liberal y obrera, recibe con entusiasmo las reformas republicanas. Oviedo y Gijón celebran actos públicos en apoyo al nuevo régimen, mientras los sindicatos amplían su influencia en las cuencas mineras.
1934: La Revolución de Octubre estalla en Asturias como respuesta a la entrada de la CEDA en el gobierno republicano. Los mineros, liderados por socialistas y anarquistas, toman el control de las cuencas y de parte de Oviedo, proclamando un efímero “gobierno obrero”. La represión militar, dirigida por el general Franco, es brutal, con miles de muertos y encarcelados. Oviedo sufre graves daños materiales.
1936: Inicio de la Guerra Civil Española. Asturias se alinea con la República, convirtiéndose en un bastión clave. Las milicias mineras, armadas y organizadas, defienden Gijón y Oviedo (en parte bajo asedio nacionalista). La región suministra carbón y recursos a la causa republicana.
1937: Caída de Asturias tras un prolongado asedio de las fuerzas franquistas. Gijón cae en octubre, y con ello toda la región. La represión es severa: líderes obreros, republicanos y simpatizantes son ejecutados o encarcelados. La economía asturiana queda devastada por la guerra.
1947: Nuevas huelgas mineras estallan en las cuencas, reprimidas por el régimen franquista. En las zonas rurales, grupos de maquis (guerrilleros antifranquistas) operan en los montes asturianos, manteniendo una resistencia armada limitada hasta principios de los años 50.
1950: Fundación de ENSIDESA (Empresa Nacional Siderúrgica) en Avilés, uno de los grandes proyectos industriales del franquismo. La siderurgia complementa la minería del carbón, atrayendo inversión y generando empleo. Avilés se transforma en un polo industrial clave.
1962: Las “huelgones”, grandes huelgas mineras, paralizan las cuencas del Nalón y Caudal. Los mineros exigen mejoras salariales y derechos laborales. Aunque el régimen reprime las protestas, la presión social obliga a conceder ciertas mejoras, marcando un precedente para futuros movimientos obreros.
1972: Huelga minera en Mieres y el Nalón: preludio de la reorganización obrera previa a la Transición.
1975: Muerte de Franco y comienzo de la Transición democrática. Asturias participa activamente en el proceso, con sindicatos como UGT y Comisiones Obreras (CCOO) recuperando su influencia. Oviedo acoge debates políticos y manifestaciones a favor de la democracia.
1978: La Constitución Española abre la puerta al Estado de las Autonomías. Asturias inicia el proceso de autogobierno, que se consolidará con la aprobación del Estatuto de Autonomía en 1981 (en vigor desde 1982), estableciendo a Oviedo como capital.
1980: Inicio del declive de la minería del carbón. La competencia internacional y los costes de producción provocan el cierre de pozos en las cuencas. La reconversión industrial genera desempleo en Mieres y Langreo, desencadenando protestas obreras.
1986: Ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE). Asturias recibe fondos europeos para la reconversión industrial y el desarrollo de infraestructuras. Los puertos de Gijón y Avilés se modernizan, mientras el turismo comienza a surgir como alternativa económica.
1990: La crisis minera se agudiza. El cierre masivo de pozos provoca despidos y emigración en las cuencas. Asturias impulsa sectores alternativos como el turismo, la tecnología y la educación, con la Universidad de Oviedo como referente.
1992: Inauguración de la Autovía del Cantábrico (A-8) en su tramo asturiano, que mejora las conexiones con el resto de España y con Europa.
1995: Tragedia en la mina Nicolasa (Mieres): una explosión de grisú el 31 de agosto de 1995 causa 14 muertos, recordada como uno de los accidentes mineros más graves en Asturias.
1998: Reforma de la Universidad de Oviedo con el Real Decreto 778/1998, que regula los programas de doctorado, fortaleciendo su papel investigador. El reconocimiento como Campus de Excelencia Internacional llega en 2009.
2001: Asturias consolida su transición hacia una economía diversificada. La minería del carbón, casi extinta, da paso al turismo rural, cultural y gastronómico como motor económico. Los puertos de Gijón y Avilés se especializan en tráfico de mercancías y cruceros, mientras la siderurgia (ArcelorMittal, sucesora de ENSIDESA) sigue siendo relevante en Avilés.
2003: Oviedo refuerza su papel como capital cultural. Los Premios Príncipe de Asturias (más tarde Princesa de Asturias) ganan prestigio internacional, atrayendo figuras globales y consolidando a Asturias como referente cultural. El casco histórico de Oviedo se revitaliza con inversiones en patrimonio.
2006: Se inicia la planificación detallada del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer en Avilés, obra del arquitecto brasileño. Su inauguración tendrá lugar en 2011, pero desde esta década marca un hito en la proyección cultural de la región.
2008: La crisis económica global impacta Asturias. La siderurgia y la construcción naval sufren recesiones, mientras las cuencas mineras enfrentan desempleo persistente por el cierre de los últimos pozos de carbón. Los fondos europeos se destinan a proyectos de reconversión, como parques tecnológicos en Gijón y Oviedo.
2010: Asturias impulsa el turismo verde y de naturaleza. El Parque Natural de Redes y los Picos de Europa atraen visitantes nacionales e internacionales. La marca “Paraíso Natural” se consolida como lema turístico, promoviendo rutas de senderismo, sidra y gastronomía local.
2011: Inauguración del Centro Niemeyer en Avilés, icono cultural y símbolo de la regeneración urbana de la ría.
2012: Protestas sociales en las cuencas mineras por el fin de las ayudas al carbón. Los mineros organizan marchas a Madrid, conocidas como la “Marcha Negra”, para exigir soluciones al desempleo. El gobierno regional impulsa planes de reindustrialización, aunque con resultados limitados.
2015: La Universidad de Oviedo lidera iniciativas en investigación tecnológica y energías renovables, buscando diversificar la economía asturiana. Proyectos como el Parque Tecnológico de Llanera atraen startups y empresas de innovación.
2017: Asturias enfrenta el reto de la despoblación. Las zonas rurales, especialmente en el interior, pierden población joven, mientras Oviedo, Gijón y Avilés concentran el crecimiento demográfico. El gobierno autonómico lanza planes para revitalizar los concejos rurales mediante el turismo y la agricultura ecológica. Grandes incendios forestales en Asturias arrasan miles de hectáreas y afectan a concejos como Tineo y Cangas del Narcea.
2018: Se cierran muchas minas de carbón en Asturias como parte del proceso de transición energética, aunque las últimas explotaciones activas persisten hasta 2024-2025. La reconversión se orienta hacia energías renovables, con proyectos eólicos y solares en las cuencas, mientras Gijón se posiciona como hub de innovación portuaria.
2020: La pandemia de COVID-19 afecta gravemente al turismo y la hostelería en Asturias. Sin embargo, la región se promociona como destino seguro por su baja densidad poblacional y espacios naturales. Oviedo y Gijón implementan medidas para apoyar a pymes y autónomos.
2021: Recuperación postpandemia. Asturias recibe fondos europeos del plan de recuperación NextGenerationEU, destinados a digitalización, sostenibilidad y turismo. Se planifica la modernización del ferrocarril de alta velocidad (AVE) para conectar Asturias con Madrid, con la primera fase inaugurada en noviembre de 2023.
2022: Asturias alcanza su mínimo histórico de nacimientos desde que existen registros, consolidando la crisis demográfica como principal desafío.
2023: El turismo asturiano alcanza cifras récord, impulsado por la gastronomía, el patrimonio cultural y los paisajes naturales. Los puertos de Gijón y Avilés registran un fuerte incremento de cruceros, consolidando el turismo marítimo, mientras se inaugura la línea de alta velocidad con Madrid.
2024: Asturias impulsa la economía circular y la sostenibilidad. Proyectos de reforestación y energías limpias se desarrollan en las antiguas cuencas mineras. La región recibe reconocimientos internacionales por su modelo de turismo sostenible.
2025: Asturias se consolida como líder en turismo cultural y ecológico. Oviedo, Gijón y Avilés forman un triángulo urbano que combina innovación, cultura y calidad de vida. La Universidad de Oviedo expande su oferta en biotecnología y sostenibilidad, mientras los Premios Princesa de Asturias refuerzan el prestigio global de la región.