Historia de Asturias (1)
–498: Hacia finales del siglo VI a.C., los astures forman parte de la cultura castreña atlántica, contribuyendo a su desarrollo cultural prerromano y afianzando la Edad del Hierro, precursora de su identidad.
–490: Consolidación tribal. Los astures se organizan en confederaciones tribales, resistiendo influencias externas y enfocados en la metalurgia del hierro.
–470: Se producen intercambios indirectos con fenicios y griegos. Aunque limitados, llegan objetos mediterráneos a la región astur a través de rutas atlánticas y de intermediarios cántabros o galaicos.
–450: Inicio de la cultura de los castros en el noroeste. Los astures construyen oppida elevados, con viviendas circulares y defensas de fosos, basados en ganadería y agricultura.
–398: Hacia finales del siglo V a.C., los astures se consolidan como pueblo indoeuropeo celta, con tribus como pésicos y luggones dominando el territorio.
–390: Migraciones celtas en Europa afectan indirectamente al noroeste peninsular. Los astures incorporan elementos celtas, como el culto a deidades guerreras y la organización tribal.
–370: Fortificación de castros. Asentamientos como el Castro de Chao Samartín se expanden, con economía de subsistencia y comercio de metales con pueblos vecinos.
–350: Transición a la Segunda Edad del Hierro. Los astures evolucionan de la cultura del Bronce Final, con influencias celtas atlánticas en cerámica y armamento.
–298: Hacia finales del siglo III a.C., los astures permanecen al margen de los conflictos mediterráneos, como las Guerras Púnicas, manteniendo su autonomía en el noroeste peninsular con una economía basada en la metalurgia y la ganadería.
–250: Auge de la cultura castreña. Los astures desarrollan oppida fortificados con murallas de piedra, economía basada en ganadería y guerra tribal.
–220: Los astures se consolidan en el noroeste peninsular, divididos en transmontanos (sur) y cismontanos (norte), según fuentes romanas posteriores que los describen como tribus guerreras celtas, aunque en esta época aún no son mencionados directamente por Roma.
–207: Durante la Segunda Guerra Púnica, mercenarios astures sirven en el ejército de Asdrúbal Barca, participando en la Batalla del Metauro en Italia, donde son derrotados por los romanos.
–198: Hacia finales del siglo II a.C., la cultura astur se consolida en la Segunda Edad del Hierro, con castros fortificados como Coaña y Campa Torres mostrando avances en metalurgia.
–179: Roma consolida su dominio en el centro peninsular, mientras los astures mantienen su independencia. Hay indicios de incursiones romanas exploratorias en su territorio, aunque poco documentadas.
–150: Contactos comerciales con Roma aumentan. Los astures exportan metales (hierro, oro) a través de puertos cantábricos, adoptando monedas y objetos romanos en sus oppida.
–137: Guerras Lusitanas se extienden al noroeste. Los astures, aunque no directamente involucrados, apoyan a lusitanos y vacceos contra Roma, suministrando guerreros y recursos.
–133: Caída de Numancia. La victoria romana sobre los celtíberos intimida a los astures, que evitan conflictos directos pero refuerzan sus castros defensivos.
–29: Inicio de las Guerras Cántabras y Astures contra Roma, dirigidas por Augusto. Los astures, aliados con cántabros, resisten desde sus castros montañosos, usando tácticas de guerrilla.
–26: Augusto establece su campamento en Segisamo (Burgos, cerca de los límites astures). Los astures emplean tácticas de guerrilla contra las legiones romanas, atacando desde sus posiciones montañosas.
–25: Batalla de Lancia (León). Los astures son derrotados temporalmente; Augusto funda Emerita Augusta (Mérida) como base, pero la resistencia continúa en las montañas astures.
–22: Agripa asume el mando romano. Los astures y cántabros sufren derrotas clave, pero mantienen la lucha en castros como el Monte Medulio.
–19: Finalizan las Guerras Cántabras y Astures, dirigidas por Augusto, con el asedio del Monte Medulio, cuya localización exacta es incierta. Según las fuentes romanas, muchos astures prefieren el suicidio colectivo antes que la esclavitud. Tras su derrota, comienza el proceso de incorporación al conventus Asturum.
–1: Hacia finales del siglo I a.C., comienza la romanización: establecimiento de campamentos legionarios en Asturica Augusta y explotación minera inicial.
14: Muerte de Augusto. Tiberio hereda el Imperio; en la región astur, se consolida la administración romana con la creación de conventus iuridici en Asturica Augusta, integrando a los astures en el sistema legal.
41: Con el ascenso de Claudio, se promueve la ciudadanía romana entre las élites astures, incentivando asentamientos agrícolas y la fundación de colonias con veteranos romanos.
54: Nerón asume el poder. Intensificación de la explotación minera en el noroeste hispano, especialmente en minas de oro como Las Médulas (León), con alguna actividad minera en Asturias que suministra metales al Tesoro imperial, usando mano de obra local.
68: Durante el Año de los Cuatro Emperadores, la región astur apoya a Vespasiano, quien recompensa su lealtad con mejoras en infraestructuras portuarias, como el puerto de Gijón (Gigia).
74: Edicto de Vespasiano concediendo el Ius Latii a las comunidades hispanas. Supone un gran paso en la integración de los astures en la estructura romana.
79: Erupción del Vesubio. Aunque lejana, el evento simbólico coincide con un periodo de prosperidad en Hispania; en Asturias, se construyen termas y acueductos en asentamientos romanizados.
98: Ascenso de Trajano, emperador hispano. La región astur beneficia de su reinado, con un aumento en el comercio y la integración cultural, marcando el inicio del "siglo de oro" romano en el noroeste.
117: Con el ascenso de Adriano, la región astur disfruta de la Pax Augusta, y se construyen calzadas que conectan Asturica Augusta con los puertos cantábricos, como Flavionavia (Pravia), facilitando el comercio.
138: Reinado de Antonino Pío. Prosperidad económica en el noroeste hispano; los astures se integran en legiones romanas, sirviendo en fronteras lejanas, mientras la minería de oro y hierro impulsa el comercio local.
161: Marco Aurelio asume el trono. La región astur experimenta un auge en la urbanización, con el desarrollo de oppida romanizados como Lucus Asturum (Llanera) y la explotación de recursos para el ejército imperial.
180: Muerte de Marco Aurelio y fin de la dinastía Antonina. En Asturias, la estabilidad permite la difusión de cultos romanos, como el de Júpiter, aunque se sincretizan con deidades astures como Taranis.
193: Año de los Cinco Emperadores. La inestabilidad afecta mínimamente a la región astur, que permanece leal a Septimio Severo, beneficiándose de su origen hispano y recibiendo privilegios mineros.
198: Hacia finales del siglo II, el pico de la romanización se evidencia en hallazgos arqueológicos: mosaicos en villas, inscripciones latinas en castros y un comercio floreciente con el resto de Hispania.
212: Edicto de Caracalla, que concede la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio. En la región astur, esto acelera la romanización de las tribus locales, integrando a los astures en la administración imperial como ciudadanos.
235: Crisis del siglo III en el Imperio Romano, con invasiones y inestabilidad. La región astur, protegida por su orografía, mantiene una relativa estabilidad, pero sufre saqueos esporádicos; los castros se reutilizan como fortificaciones.
250: Auge de la minería romana en el noroeste hispano, especialmente en yacimientos como Las Médulas (León), con actividad minera secundaria en Asturias (cuencas del Nalón y otros ríos). La economía imperial se beneficia de la extracción de oro y hierro, con mano de obra principalmente local.
260: Rebeliones locales en Hispania contra el emperador Galieno. Aunque centradas en el sur, hay indicios de disturbios en el noroeste, donde los astures resisten impuestos excesivos, manteniendo tensiones con la autoridad romana.
284: Ascenso de Diocleciano y reforma administrativa. La región astur se incluye en la diócesis de Hispania, con Asturica Augusta como centro conventual, fortaleciendo el control romano sobre los recursos mineros.
298: Hacia finales del siglo III, la romanización cultural es evidente en Asturias: adopción del latín, construcción de termas en Gijón y villas rurales, aunque las tradiciones celtas persisten en el culto a deidades locales.
303: Durante la persecución de Diocleciano contra los cristianos, los efectos en la región astur son limitados. El cristianismo es aún minoritario, con los primeros indicios en asentamientos romanizados como Gijón (Gigia), aunque los restos arqueológicos de culto son más tardíos.
330: Fundación de Constantinopla por Constantino I, que impulsa la cristianización del Imperio. En el noroeste hispano, el cristianismo comienza a extenderse entre las élites urbanas de centros como Asturica Augusta, aunque las zonas rurales astures mantienen prácticas paganas celtas.
350: Auge de las villas rurales romanizadas en Asturias. Asentamientos como Veranes (cerca de Gijón) prosperan con economía agraria y minera, reflejando la importancia de la región en la producción de hierro y oro durante el Bajo Imperio.
378: Batalla de Adrianópolis, que debilita el Imperio Romano de Occidente. En la región astur, el declive administrativo permite una mayor autonomía local, con castros reutilizados como refugios ante incursiones bárbaras.
395: División definitiva del Imperio Romano. La región astur cae bajo el Imperio de Occidente, con un aumento en la explotación minera para abastecer al ejército romano, aunque la crisis económica afecta a ciudades como Asturica Augusta (Astorga, en los límites astures).
398: Hacia finales del siglo IV, el arraigo del cristianismo se consolida en las comunidades astures transmontanas (al sur de la cordillera Cantábrica), con los primeros testimonios arqueológicos de cruces y símbolos cristianos en tumbas y edificios.
409: Tras el colapso de la frontera romana del Rin, suevos, vándalos y alanos invaden la península. Los suevos se establecen en Gallaecia y ejercen cierta influencia en territorio astur, aunque las zonas montañosas mantienen autonomía relativa y continúan usando los castros como refugios defensivos.
429: Los vándalos abandonan la península hacia el norte de África, dejando a los suevos como principales dominadores de Gallaecia. Los astures, organizados en tribus, mantienen su autonomía relativa, aprovechando la orografía montañosa para resistir el control suevo y visigodo.
456: En la Batalla del río Órbigo, cerca de Astorga, el rey visigodo Teodorico II derrota a los suevos liderados por Requiario. Este hecho debilita temporalmente el dominio suevo y permite a los astures mantener su autonomía relativa y negociar tributos más favorables.
470: Los astures refuerzan sus castros fortificados, como el de Pendia (Boal), en respuesta a las tensiones entre suevos y visigodos. La economía local se centra en la metalurgia (extracción de oro y hierro) y el comercio con comunidades cántabras y galaicas.
485: Reinado de Remismundo en el Reino Suevo. Los astures se ven obligados a pagar tributos a los suevos, pero conservan su organización tribal. Se documentan intercambios comerciales entre los castros astures y los centros suevos en Braga, con objetos romanos (cerámicas, monedas) hallados en yacimientos arqueológicos.
498: Hacia finales del siglo V, la región astur experimenta una creciente romanización, con la adopción de elementos culturales romanos (como el latín vulgar y técnicas agrícolas) por las élites tribales. Sin embargo, la mayoría de la población rural mantiene tradiciones celtas, incluyendo cultos a deidades asociadas a montañas y ríos.
507: Tras la derrota visigoda en la batalla de Vouillé contra los francos, el Reino Visigodo se centra en la península ibérica, con Toledo como capital. La región astur permanece bajo el dominio del Reino Suevo de Gallaecia, con los castros locales, como los de las zonas montañosas, utilizados como refugios defensivos.
531: Reinado de Teudiselo en el Reino Visigodo. La región astur permanece bajo la influencia del Reino Suevo de Gallaecia, con su capital en Braga. Los suevos imponen tributos a las comunidades astures, pero los castros locales mantienen autonomía en asuntos internos.
550: Los astures, divididos en tribus como los pésicos, luggones y cismontanos, refuerzan sus castros fortificados en respuesta a las tensiones entre suevos y visigodos. La economía local se basa en la ganadería (bovinos y equinos), el comercio de metales (hierro y oro) y la agricultura de cereales.
569: Fundación del Reino Suevo-Católico bajo Teodomiro. La cristianización avanza en Gallaecia y alcanza de manera indirecta a los astures.
570: Reinado de Miro en el Reino Suevo. Se documentan conflictos menores entre los suevos y las tribus astures, especialmente en los límites de Gallaecia. Los astures resisten intentos de asimilación cultural, manteniendo su organización tribal y prácticas religiosas celtas.
585: El rey visigodo Leovigildo conquista el Reino Suevo, incorporando nominalmente la región astur al Reino Visigodo. Se implantan gobernadores militares en algunos castros, aunque la integración es superficial debido a la resistencia cultural astur.
590: Hacia finales del siglo VI, la cristianización se intensifica bajo Recaredo, que convierte el Reino Visigodo al catolicismo (587). En la región astur, comienzan a aparecer pequeñas iglesias rurales y símbolos cristianos en asentamientos romanizados, aunque las prácticas paganas persisten en las zonas montañosas.
601: La región de los astures, ubicada en el noroeste de la península ibérica (actual Asturias y partes de León), está bajo el control del Reino Visigodo de Toledo tras la conquista de los suevos por Leovigildo (585). Los astures, parcialmente integrados en la estructura administrativa visigoda, mantienen una fuerte identidad local con influencias romanas y celtas.
610: Reinado de Gundemaro. Los visigodos refuerzan su dominio en el noroeste peninsular, incluyendo el territorio astur, mediante la imposición de gobernadores locales (duces) en las principales oppida (castros fortificados). Los astures, aunque sometidos, conservan ciertas prácticas tribales y una economía basada en la ganadería y la agricultura de subsistencia.
642: Reinado de Chindasvinto. Se intensifica la centralización visigoda. En la región astur, los castros como el de Chao Samartín (en Grandas de Salime) muestran una transición hacia asentamientos más romanizados, con influencias cristianas visibles en objetos funerarios y estructuras.
653: Concilio VIII de Toledo bajo el rey Recesvinto: refuerza la autoridad visigoda y la expansión del cristianismo en todo el reino, con influencia sobre las diócesis del noroeste.
672: Rebelión del duque Froya contra el rey visigodo Wamba, centrada en el noreste peninsular. En la región astur, el control visigodo es débil debido a la orografía montañosa, lo que permite a las comunidades locales mantener cierta autonomía, aunque no hay evidencia de disturbios significativos.
680: Reinado de Ervigio. Se promulgan leyes visigodas que refuerzan el cristianismo en los territorios del noroeste. En la región astur, las élites locales adoptan gradualmente el cristianismo, aunque persisten prácticas paganas en áreas rurales, como el culto a deidades celtas asociadas a la naturaleza.
698: Hacia finales del siglo VII, el debilitamiento del Reino Visigodo bajo Witiza facilita incursiones musulmanas en el sur de la península. En el noroeste, los astures mantienen una relativa autonomía debido a la dificultad del terreno montañoso, que dificulta el control directo desde Toledo.
711: Batalla de Guadalete y derrota visigoda frente a los musulmanes. Marca el fin de la Hispania visigoda e inicia el vacío de poder que permite a las élites astures reorganizarse.
718: Según las crónicas, elección de Pelayo como líder en Cangas de Onís. Primer paso hacia la independencia astur tras la invasión musulmana.
722: Batalla de Covadonga. Victoria astur frente a los musulmanes en la cordillera Cantábrica. Inicio simbólico del Reino de Asturias.
737: Sucesión de Favila (hijo de Pelayo) al trono tras la muerte de su padre.
739: Alfonso I el Católico, casado con Ermesinda (hija de Pelayo), accede al trono tras la muerte de Favila.