Iglesia de Santa María de Bendones
Una de las iglesias más antiguas de Asturias que se supone construida bajo el reinado de Alfonso II, aunque es mencionada por primera vez en una donación de Alfonso III a la Catedral de Oviedo. Está ubicada en la parroquia de Bendones de Oviedo.
Se trata de un edificio prerrománico, de planta rectangular, conformado por una nave transversal y una triple cabecera embebidas en un solo testero que va precedido de un pórtico tripartito.
En los laterales Norte y Sur de la nave se abren dos recintos cuya función es aún desconocida. En la capilla central hay indicios de una reconstrucción de la cámara supraabsidal. A excepción de la capilla mayor, con bóveda de cañón sobre impostas, el resto del espacio se encuentra cubierto con armadura de madera. Los arcos son todos semicirculares y formados con ladrillo. La decoración de las columnas esta reducida a las columnillas del ventanal que ilumina el recinto y al perfil de las impostas. El interior de los muros estaba decorado con pinturas sobre estuco, cuyos fragmentos (en el intradós de los arcos triunfales) demuestran que son iguales que las de Santullano.
En 1936 fue incendiada y destruida, y su importancia arqueológica fue ignorada hasta que en 1954 Joaquín Manzanares iniciase el estudio de sus restos, logrando que se declarase Monumento Nacional el 12 de diciembre de 1958. En este año se inicia su reconstrucción, que no se finaliza hasta 1975.
Fue objeto de distintas discusiones de los arqueólogos y especialistas en arquitectura prerrománica, ya que su estado era muy fragmentario en la mitad del siglo XX. Las diferentes tesis del primer investigador del templo, Joaquín Manzanares y su restaurador Luis Menéndez Pidal y Álvarez, envolvieron a Santa María de Bendones en la polémica durante unos treinta años, ya que al parecer una torre reconstruida en las inmediaciones no pertenece al conjunto original.