Oppas
Obispo Oppas
Siendo Obispo de Sevilla recibió también la silla episcopal de Toledo, favorecido por su padre, Vitiza, penúltimo rey visigodo que murió en Toledo el año 710. Oppas y los partidarios de su padre, contrarios a Rodrigo, apoyaron y cooperaron en la invasión musulmana. No resulta extraño entonces que, cuando el emir de Córdoba –Ambasa- envió a Covadonga una expedición de castigo contra Pelayo, confiase en este Obispo para actuar como mediador y evitar la lucha armada. De este modo, Oppas llegó a Covadonga y trató que Pelayo se rindiese prometiéndole grandes beneficios. Pero, ante el fracaso de su negociación, al no lograr convencer a Pelayo, el Obispo se volvió hacia el ejército sarraceno, a cuyo mando se encontraba Alqama, y dijo, según la Crónica de Alfonso III, versión "ad Sebastianum": “Avanzad y a pelear, pues únicamente por medio de la espada vengadora tendréis con ellos acuerdo y paz”. Oppas cayó prisionero en esta batalla.