Nicolás Suárez Cantón y Álvarez
Nicolás Suárez Cantón y Álvarez, 1815-1878.
Nació en Burgos en 1815 y falleció en Cangas de Tineo el 4 de Noviembre de 1878. Inició sus estudios en la Universidad de Oviedo y a escritos literarios, teniendo que abandonarlos temporalmente al fallecer su padre para dedicarse al servicio público, donde destacó por su precocidad. Ya en 1830 era meritorio de la Contaduría de Propios y Arbitrios de Asturias, pasando a la Diputación provincial en que llevó a oficial primero. Se casó con Lucía de Uría y Riego, hermana del político José Francisco Uría. Desempeñó importantes cargos, como el de inspector general de Ferrocarriles en 1860 y subsecretario del Ministerio de Gobernación. Fue diputado a Cortes desde 1862, sustituyendo a su cuñado José Francisco Uría, fallecido esa misma fecha, siendo reelegido hasta 1865 en distintas circunscripciones. De tendencias liberales, fue representante en Madrid de la Sociedad Económica de Amigos del País de Oviedo, destacando también como pintor, músico y periodista.
Era alférez de la milicia nacional cuando la coalición contra el Regente Espartero y, habiéndose opuesto al pronunciamiento con su voto en una reunión pública, triunfante la revolución, no pudo seguir como antes en Oviedo y así con el valimiento del respetable Sr. Caveda pasó en 1845 a las oficinas del Gobierno político de Pontevedra, en cuyo Instituto de segunda enseñanza desempeñó por algún tiempo la cátedra de literatura. El ministerio Bahamonde le llevó a la sección de Contabilidad del Interior; desempeñó sucesivamente otros cargos y los de Inspector general de ferrocarriles en 1860, Ordenador general de pagos de Fomento en el mismo año y, llegando más tarde a Subsecretario del ministerio de la Gobernación, Director general de Correos y de la Caja de Depósitos, a su instancia por motivos de salud fue declarado cesante en 1866. El Sr. Suárez Cantón, que en seis legislaturas fue también diputado a Cortes elegido por Cangas de Tineo, tuvo otros nombramientos en su brillante carrera, que más y más acreditan sus incesantes trabajos en la pública administración y sus aficiones predilectas a las bellas artes y letras y a la prosperidad de los intereses morales y materiales de la patria. Fue vocal de nuestra Comisión provincial de Monumentos históricos y artísticos, socio y representante en Madrid de la Económica de Amigos del país de Asturias, individuo de la junta para el arreglo de la Biblioteca de la Universidad de Oviedo y de la Comisión nombrada en 1862 para formar el Reglamento del servicio de Obras Públicas, jurado de la Exposición nacional de Bellas Artes en 1860 y de la provincial asturiana en 1875 y, finalmente, Comisario regio de Agricultura en esta provincia. Así mismo había sido presidente de la Comisión liquidadora del ferrocarril de Játiva al Grado de Valencia por cuyo desempeño se le dieron las gracias de Real Orden, atendiendo al grande servicio que prestó al Estado, para el que obtuvo un beneficio de catorce millones de reales, después de un minucioso y muy prolijo expediente y, había hecho también notables trabajos siendo jefe de negociado en varios ministerios, como un dictamen sobre la abolición de la moneda «macuquina» en Puerto Rico y otro sobre Contabilidad municipal de las Provincias Vascongadas. Por último, para el comenzado Diccionario de Política y Administración dirigido por los Sres. Barca y Suárez Inclán, escribió dos eruditos artículos que permanecen inéditos.