Josefa de Jovellanos y Jove Ramírez
Poetisa española nacida en Gijón el cuatro de junio de 1745 y fallecida en la misma ciudad el dos de junio de 1807. Era la hermana menor de Gaspar Melchor de Jovellanos. Estudió en Oviedo y Ávila y se casó con Domingo González de Argandona, procurador general en Corte del Principado de Asturias. Al poco de contraer matrimonio se trasladó a vivir a Madrid, donde traba amistad con el conde de Campomanes, por mediación del cual comienza a frecuentar la Corte. Su vida personal fue bastante desafortunada: enviudó con apenas veintiocho años y de los tres hijos que tuvo en su matrimonio, dos murieron siendo niños y el tercero, hijo póstumo de González de Argandona, murió a los pocos días de nacer. Estas circunstancias personales la hicieron apartarse de la frivolidad de la corte, regresando a Gijón, donde reside durante algunos años, para hacerse cargo de las propiedades familiares. Posteriormente se marcha a vivir a Oviedo, a casa de su hermana la condesa de Peñalba, donde lleva una vida piadosa y promueve numerosas obras sociales, hasta que finalmente decide ingresar en el convento de las Agustinas Recoletas de Gijón, situado justo al lado de su casa natal. Permanecerá en el convento hasta su muerte, que le llegará a consecuencia de una larga enfermedad complicada con el disgusto derivado de la reclusión de su hermano en Bellver.
Los poemas de Josefa Jovellanos son conocidos fundamentalmente a través de la antología publicada por José Caveda bajo el título Colección de poesías en dialecto asturiano. En esta publicación se recogen las siguientes piezas: Descripción de las funciones con que la villa de Gijón celebró el nombramiento del Excmo. Sr. D de Jovellanos para el ministerio de Gracia y Justicia; Descripción de las funciones con que la ciudad de Oviedo celebró la coronación de Carlos IV y A las fiestas que se preparaban en Oviedo para la coronación de Carlos IV.
La recopilación de Caveda suscitó entre los estudiosos posteriores cierta controversia, porque le atribuye a Antonio Balvidares el poema a Las exequias de Carlos III, que a juicio de Álvaro Ruiz de la Peña sería también una composición de Josefa Jovellanos. Siguiendo el criterio de de La Peña, Álvaro Arias Canal publicó en 1996 Poesías de la Argandona incluyendo esta pieza, como también han hecho los responsables de la edición de 1997 de la Obra poética completa de Josefa Jovellanos, en la editorial Alvízoras.
Josefa Jovellanos se adhirió a los planteamientos de la Ilustración, consagrando sus obras a denostar el boato de los festejos regios en contraste de la depauperación de las clases bajas. Escribió además buena parte de las sus poemas en el dialecto de la región, lo que motivó que se crease un certamen con su nombre para la literatura en bable normalizado y que los promotores de la misma la tomen como una figura de referencia junto a Antón de Marirreguera, que ya había merecido un detallado estudio por parte de su hermano que se concretó en tres textos: Plan para la formación de un Diccionario del dialecto de Asturias, publicado en Gijón en 1790, Instrucción para la formación de un Diccionario bable de 1801 y Apuntamiento sobre el dialecto de Asturias (Instrucción para la formación de un Diccionario geográfico de Asturias de 1804.