Diferencia entre revisiones de «Fábrica de Loza de San Claudio»
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Alcanzó gran popularidad por la elaboración de loza feldespática, similar a la loza inglesa, y por utilizar distintas técnicas de decoración de cerámica bajo esmalte que garantizan la calidad y perdurabilidad de sus colores. También contaba con una fábrica de vidrio. A lo largo de su historia ha conseguido abrir mercados no sólo en España si no también en lugares tan dispares del mundo como Chile, Marruecos o Finlandia. | Alcanzó gran popularidad por la elaboración de loza feldespática, similar a la loza inglesa, y por utilizar distintas técnicas de decoración de cerámica bajo esmalte que garantizan la calidad y perdurabilidad de sus colores. También contaba con una fábrica de vidrio. A lo largo de su historia ha conseguido abrir mercados no sólo en España si no también en lugares tan dispares del mundo como Chile, Marruecos o Finlandia. |
Revisión de 08:50 2 oct 2007
En 1901, y siguiendo la tradición alfarera de la zona, que venía desde antiguo, Senén María Ceñal abrió la Fábrica de Loza de San Claudio, en el lugar del mismo nombre de la parroquia de Oviedo.
Alcanzó gran popularidad por la elaboración de loza feldespática, similar a la loza inglesa, y por utilizar distintas técnicas de decoración de cerámica bajo esmalte que garantizan la calidad y perdurabilidad de sus colores. También contaba con una fábrica de vidrio. A lo largo de su historia ha conseguido abrir mercados no sólo en España si no también en lugares tan dispares del mundo como Chile, Marruecos o Finlandia.
Este año [2007], se inició expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural por ser un importante ejemplo de la historia industrial de la región. La documentación de su archivo, las piezas antiguas, sus instalaciones, … tienen un elevado interés para el Patrimonio Histórico. Se conserva una antigua chimenea de fines del siglo XIX que pertenecía a la fábrica de Cerámica Asturiana, anterior a la de loza. También son destacables el almacén general y las naves del taller de elaboración y de otro taller donde aún se guardan unas máquinas, de principios del siglo XX, para la fabricación de pastas. También sobresalen dos hornos cuya construcción se remonta al año de apertura de la fábrica. Uno de ellos se conoce como “horno de botella” por su forma. Realizado en ladrillo macizo refractario, era donde se transformaba el flint (o cuarzo) en cristobarita. En el otro horno, construido con el mismo material que el anterior, se fundía el esmalte y tenía una chimenea de sección cuadrada de gran altura. Junto a dichos hornos hay otra chimenea para aspirar el polvo de lija de las piezas. También son de interés tres edificios dedicados a oficinas (algunos de ellos también con función residencial) y las conocidas como Casas del Monte, próximas a la fábrica, que se construyeron hacia 1902-1903 para los obreros.