Escultura de José Tartiere
Fue levantada en 1933 por una comisión que presidía Nicanor de las Alas Pumariño para recordar al empresario José Tartiere Lenegre, hijo adoptivo de Oviedo. Se encuentra situada en el Paseo de los Álamos y se compone de su figura de bronce emplazada en un conjunto escultórico, el mayor de la ciudad, de escalinatas y pedestales rematados por cuatro figuras de obreros. Fue obra de Laviada.