Cangas del Narcea
Cangas del Narcea es el mayor concejo de Asturias y uno de los mayores de España. Está situado al sudoeste del Principado. Su capital es Cangas del Narcea, que es atravesada por el río Narcea del que procede su nombre (garganta del Narcea) y por el río Luiña. Limita al norte con Allande y Tineo, al oeste con Ibias, al sur con Degaña y el municipio leonés de Laciana, y por el este con Somiedo.
Tiene una población de 15.437 habitantes, con capital en la villa de Cangas del Narcea, y sus poblaciones con mayor numero de habitantes son la capital Cangas del Narcea, Corias, Limés, Moral, Llano, Rengos y Gedrez. Cangas está situada a 100 kilómetros de Oviedo, y su principal vía de comunicación es la carretera del llamado corredor del Narcea.
Historia
Edad Media
Hay un gran vacío de noticias desde el poder romano hasta el medievo, donde aparecen noticias de este territorio, cuya extensión se reducía entonces al valle del río Luiña. En los siglos X y XI había en esta zona una gran cantidad de aristocracia con grandes propiedades que fundaron monasterios, que cayeron bajo el dominio del de Corias, de gran influencia. Fue fundado por los condes Peniolo y Aldonza, pertenecientes a la más influyente nobleza asturiana, con una gran fortuna tanto en tierras como en dinero.
En el siglo XIII, fue Alfonso X el que con su programa de repoblación, funda una puebla a la que se llama Cangas de Sierra en 1255, centralizándose aquí se la actividad administrativa y económica de esta zona.
La baja Edad Media trajo para el concejo de Cangas, el paso por diferentes manos señoriales, como un modo de traer el apoyo de éstos a la corona. Fue Alfonso XI el que dio una serie de privilegios a la gente de la zona y al monasterio de San Juan de Corias, para evitar el despoblamiento de la zona.
Los siglos XIV y XV viven muchos conflictos que llevan al concejo a manos de la familia Quiñones, restituido más tarde a la corona por Enrique III. No obstante, hubo diferentes enfrentamientos entre los corregidores mandados por la corona y la familia Quiñones, dueña del condado de Luna. Todo acaba en un pleito que se resolvió en 1553 a favor del rey, consiguiendo Cangas su autonomía, con jurisdicción ordinaria de realengo.
Edad Moderna
Se producen cambios territoriales y administrativos, destacando la desamortización de Felipe II que no logró derrumbar el poderío del monasterio de San Juan de Corias, que ya había ido perdiendo influencia y algunas tierras en los años anteriores, pero que seguía teniendo su influencia sobre un vasto territorio.
En los siglos XVI y XVII, el concejo de Cangas del Narcea pasa a formar parte de la Junta General del Principado. La economía del concejo en este siglo es ganadera y agrícola.
En el siglo XVIII se produce una reacción antiseñorial por los abusos cometidos por la nobleza, mandando un memorial al rey con todas las quejas. Proceso largo que continuará en la Audiencia de Oviedo y en el Consejo de Castilla, hasta lograr la abolición de todos los derechos señoriales.
Edad Contemporánea
El siglo XIX supone la guerra de independencia y la invasión del concejo en dos ocasiones, sufriendo el incendio de su archivo y ayuntamiento. Pero lo más importante de esta época fue la desamortización de Mendizábal, que acabó completamente con el monasterio de San Juan de Corias, vendiéndose todo su patrimonio y quedando abandonado treinta años, hasta ser ocupado por los dominicos. En este siglo Cangas seguía dentro de su tradicional aislamiento, ampliado por la falta del ferrocarril, aunque comenzó a crecer gracias a las carreteras: Espina-Ponferrada, Cangas-Ouviñano, y Puente Nuevo.
El siglo XX supone un cambio de nombre, de Cangas del Tineo a Cangas del Narcea. Debido a que la villa constituía el centro de todo ese territorio y no dependía de Tineo como antaño. La guerra civil de 1936 apenas influyó en Cangas, aunque sí la posguerra, debido a la partida de los maquis que se atrincheraban en las montañas. A partir de los años cincuenta este concejo desarrollará su actividad minera produciendo más de la mitad de la antracita regional. Producción recortada en las últimas décadas.