Calle Uría

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Arteria principal de la ciudad española de Oviedo.

Arranca de la confluencia entre la Calle Fruela, la Calle Marqués de Santa Cruz y la Calle San Francisco, en donde se encuentran el Palacio de la Junta General del Principado y la Plaza la Escandalera, y asciende desembocando en la convergencia de la Avenida Santander y la Calle Ingeniero Marquina, donde se alza la Estación del Norte de RENFE. Al lado de su acera izquierda según se sube en dirección a la estación se extiende el Parque San Francisco, contiguo al edificio de la Junta. Por esta misma acera desembocan sucesivamente la Calle González del Valle, la Calle Gil de Jaz y la Calle Independencia, mientras que a su acera derecha dan Calle Milicias Nacionales, Calle Doctor Casal y Calle Fray Ceferino.

Fue proyectada por el ingeniero Salustio González Regueral, aprobando el Pleno del Ayuntamiento de Oviedo del 12 de noviembre de 1868 su construcción. El tramo comprendido entre el Parque San Francisco y la Calle Rosal no fue realizado hasta 1880, ejecutándose el resto ya en 1874. El estudioso de la ciudad José Tolivar Faes considera que fue en ese mismo año cuando se acordó denominarla Calle Uría en honor del político José Francisco Uría y Riego, aunque no consiguió localizar el acta del acuerdo municipal.

Al comienzo de esta calle, cerca de la Escandalera, se levantaba el célebre Carbayón de Oviedo, derribado en 1879, en medio de una feroz polémica, para posibilitar las obras del último tramo y su ensanche. Indianos y potentados fueron edificando suntuosos edificios en sus márgenes, buena parte de los cuales desaparecieron durante las obras de ensanche de 1957, en las que también se derruyó el conocido Café Peñalba. Entre aquellos edificios estaban los sufragados por el indiano Santos Rodríguez Valdés hacia 1890, un grupo de casas entre la Calle Uría y la Calle Pelayo en el que se abría un paso público cubierto, conocido como el Pasaje de don Santos; ocupado por diversos comercios, este pasaje fue cegado hasta que en los años cincuenta, derribas las casas, se reconstruyó en su forma actual pasando a denominarse Pasaje Plácido Álvarez Buylla.

Durante una semana del año 1918, habiendo concluido la I Guerra Mundial, la Calle Uría mudó su nombre por el de Avenida de Francia. Se quería rendir homenaje a las potencias que habían ganado la guerra, acordándose en la sesión plenaria del Ayuntamiento del 8 de noviembre de aquel año no solo el cambio de nombre sino también erigir un monumento a la sociedad de naciones en la Escandalera. El acuerdo fue impugnado por parte de la prensa, por los vecinos y por el cronista de la ciudad, quien proponía darle el nombre de Avenida de Francia a la vía que va del Paseo de los Álamos a la escalinata del Paseo del Bombé, conservando la Calle Uría su nombre a fin de rendir homenaje al país galo sin afrentar a los próceres de la propia nación. El Ayuntamiento rectificó por unanimidad su decisión en la sesión del 15 de noviembre de 1918.

Bibliografía