Diferencia entre revisiones de «Cámara Santa»
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− | [[Image:mon03.jpg|thumb|200px|Cámara Santa de la [[Catedral de Oviedo]]]]Una de las obras más importantes, realizadas intramuros, en la ciudad de Oviedo, durante la época medieval es su Cámara Santa. Su construcción y su misma existencia se encuentra silenciada por las llamadas Crónicas Asturianas, siendo probable que este silencio sea debido a que el edificio estaba, en ese momento, inserto en el conjunto del palacio de Alfonso II; tendremos que esperar hasta la compilación Silense y la Crónica del obispo D. Pelayo para tener noticias de su disposición, estructura y significado de las advocaciones. | + | [[Image:mon03.jpg|thumb|200px|Cámara Santa de la [[Catedral de Oviedo]]]]Una de las obras más importantes, realizadas intramuros, en la ciudad de Oviedo, durante la época medieval es su Cámara Santa. Su construcción y su misma existencia se encuentra silenciada por las llamadas [[Crónicas Asturianas]], siendo probable que este silencio sea debido a que el edificio estaba, en ese momento, inserto en el conjunto del palacio de [[Alfonso II]]; tendremos que esperar hasta la compilación Silense y la Crónica del [[obispo D. Pelayo]] para tener noticias de su disposición, estructura y significado de las advocaciones. |
La Cámara Santa, compuesta de capilla y cripta, se construyó yuxtapuesta al lado oriental de la torre de San Miguel con el objeto de depositar reliquias y tesoros dinásticos, su planta rectangular mide 10'83 m de largo por 4'25 m de ancho. La construcción posee una gran sobriedad tanto en su volumen como en los materiales empleados para el aparejo de sus muros, sobriedad que le aleja de las construcciones visigóticas. En las paredes posee unos vanos enmarcados por caliza. | La Cámara Santa, compuesta de capilla y cripta, se construyó yuxtapuesta al lado oriental de la torre de San Miguel con el objeto de depositar reliquias y tesoros dinásticos, su planta rectangular mide 10'83 m de largo por 4'25 m de ancho. La construcción posee una gran sobriedad tanto en su volumen como en los materiales empleados para el aparejo de sus muros, sobriedad que le aleja de las construcciones visigóticas. En las paredes posee unos vanos enmarcados por caliza. | ||
− | Bajo la mesa del altar, que está situada en el centro del santuario, se encuentra la tumba con los restos y reliquias de Santa Leocadia, a los que se añadirían, en tiempos de Alfonso III, los restos del mártir Eulogio traídos desde Córdoba. En la planta alta de la Cámara Santa, se encuentra una acumulación de ofrendas, tesoros sacros y reliquias, sin igual en occidente. Debido a este gran tesoro, la catedral de Oviedo mereció el calificativo de Sancta Ovetensis. | + | Bajo la mesa del altar, que está situada en el centro del santuario, se encuentra la tumba con los restos y reliquias de Santa Leocadia, a los que se añadirían, en tiempos de [[Alfonso III]], los restos del mártir Eulogio traídos desde Córdoba. En la planta alta de la Cámara Santa, se encuentra una acumulación de ofrendas, tesoros sacros y reliquias, sin igual en occidente. Debido a este gran tesoro, la [[catedral de Oviedo]] mereció el calificativo de ''Sancta Ovetensis''. |
El ábside que se encuentra abovedado en forma de cañón, presentando un pronunciado desnivel respecto a la nave, tiene como ara el cofre de las reliquias, que contiene las reliquias llegadas desde Jerusalén, según la crónica Silense en época de Alfonso II y según el obispo D. Pelayo, en los primeros tiempos de la conquista musulmana. | El ábside que se encuentra abovedado en forma de cañón, presentando un pronunciado desnivel respecto a la nave, tiene como ara el cofre de las reliquias, que contiene las reliquias llegadas desde Jerusalén, según la crónica Silense en época de Alfonso II y según el obispo D. Pelayo, en los primeros tiempos de la conquista musulmana. | ||
− | Durante los años de 1921 y 1922, el Cabildo catedralicio resolvió iniciar obras de limpieza en la Cámara Santa nombrado una comisión formada por José Cuesta Fernández y Arturo Sandoval, los cuales encargaron al escultor Víctor Hevia Granda la parte artística del trabajo. | + | Durante los años de 1921 y 1922, el Cabildo catedralicio resolvió iniciar obras de limpieza en la Cámara Santa nombrado una comisión formada por [[José Cuesta Fernández]] y [[Arturo Sandoval]], los cuales encargaron al escultor [[Víctor Hevia Granda]] la parte artística del trabajo. |
Revisión de 15:20 21 feb 2007
Una de las obras más importantes, realizadas intramuros, en la ciudad de Oviedo, durante la época medieval es su Cámara Santa. Su construcción y su misma existencia se encuentra silenciada por las llamadas Crónicas Asturianas, siendo probable que este silencio sea debido a que el edificio estaba, en ese momento, inserto en el conjunto del palacio de Alfonso II; tendremos que esperar hasta la compilación Silense y la Crónica del obispo D. Pelayo para tener noticias de su disposición, estructura y significado de las advocaciones.
La Cámara Santa, compuesta de capilla y cripta, se construyó yuxtapuesta al lado oriental de la torre de San Miguel con el objeto de depositar reliquias y tesoros dinásticos, su planta rectangular mide 10'83 m de largo por 4'25 m de ancho. La construcción posee una gran sobriedad tanto en su volumen como en los materiales empleados para el aparejo de sus muros, sobriedad que le aleja de las construcciones visigóticas. En las paredes posee unos vanos enmarcados por caliza.
Bajo la mesa del altar, que está situada en el centro del santuario, se encuentra la tumba con los restos y reliquias de Santa Leocadia, a los que se añadirían, en tiempos de Alfonso III, los restos del mártir Eulogio traídos desde Córdoba. En la planta alta de la Cámara Santa, se encuentra una acumulación de ofrendas, tesoros sacros y reliquias, sin igual en occidente. Debido a este gran tesoro, la catedral de Oviedo mereció el calificativo de Sancta Ovetensis.
El ábside que se encuentra abovedado en forma de cañón, presentando un pronunciado desnivel respecto a la nave, tiene como ara el cofre de las reliquias, que contiene las reliquias llegadas desde Jerusalén, según la crónica Silense en época de Alfonso II y según el obispo D. Pelayo, en los primeros tiempos de la conquista musulmana.
Durante los años de 1921 y 1922, el Cabildo catedralicio resolvió iniciar obras de limpieza en la Cámara Santa nombrado una comisión formada por José Cuesta Fernández y Arturo Sandoval, los cuales encargaron al escultor Víctor Hevia Granda la parte artística del trabajo.