Aida Lafuente
1918-1934. Nació en Oviedo, aunque otras versiones la consideran natural de León y nacida el 25 de febrero de 1915 en una familia oriunda de Valladolid que se trasladó a la capital ovetense por motivos laborales. En esta ciudad nacerían algunos de los hermanos de Aida Lafuente. De ascendencia humilde (su padre, Gustavo de la Fuente González, era pintor de carteles en el Teatro Campoamor y a la sazón fundador del Partido Comunista de España en Oviedo), sus padres y hermanos le inculcaron la militancia en el Partido Comunista. Aida perteneció a las Juventudes Comunistas, siendo conocida en los ambientes que propugnaban la revolución en Oviedo, durante el verano de 1934. Iniciada la Revolución de Octubre, en aquellos primeros días varios testimonios la sitúan en un hospital ejerciendo de enfermera; otros la sitúan en las cocinas colectivas que se montaron en la periferia de la ciudad para abastecer a los combatientes. Pero el hecho que la haría famosa durante la Revolución de Octubre de 1934 fue su heroísmo y muerte durante los combates producidos en Oviedo.
Sobre su fallecimiento existe asimismo discrepancia: existe una versión que la considera muerta el 13 de octubre de 1934 a manos del Tercio dirigido por el General Yagüe, cuando logró avanzar hasta la posición de cota de San Pedro de los Arcos, que ella defendía con una ametralladora, mientras las tropas gubernamentales avanzaban tras haber tomado la estación del ferrocarril. Otra la hace víctima de la represión producida al calor del combate, abandonada en su puesto por sus compañeros que huyeron hacia La Argañosa. No obstante, su figura fue convertida en un símbolo de la revolución y conocida desde entonces como La rosa roja. En fecha tan temprana como el 29 de febrero de 1936, Rafael Alberti compuso unos versos en su memoria; su padre Gustavo de la Fuente formaba parte del pleno del Ayuntamiento de Oviedo en 1936 en representación del Partido Comunista de España y en consecuencia, durante el sitio a la ciudad, su recuerdo fue también usado como elemento de propaganda. Incluso el Batallón Asturias número 1 llevó el nombre de "Aida Lafuente" durante la Guerra Civil y varias ciudades, como Gijón o Valencia, asignaron una calle a Aida Lafuente.
El pleno del Ayuntamiento de Oviedo del 6 de abril de 1995 acordó por unanimidad conceder el nombre de Aida Lafuente al paseo principal del parque de San Pedro de los Arcos, añadiendo además un monolito con su efigie en memoria de la joven.