Diferencia entre revisiones de «Aida Lafuente»
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Revisión de 09:26 15 ene 2008
Aida de la Fuente Penaos nació en León el 25 de febrero de 1915, en la calle Catalinas número diez, a las doce de la mañana, hija de Gustavo de la Fuente González y de Jesusa Penaos del Barrio, según afirma José Ramón Gómez Fouz al recuperar su partida de nacimiento en su libro Clandestinos.
Trasladada la familia a Oviedo, donde Gustavo de la Fuente era pintor de carteles y decorados en el Teatro Campoamor y participó en el establecimiento en la ciudad del Partido Comunista de España, nada prácticamente se sabe de su biografía hasta octubre de 1934, cuando rozaba la veintena y era asidua de las Juventudes Comunistas inmersas en los preparativos revolucionarios y durante la revolución, donde se afirma que colaboraba transportando víveres a las fuerzas revolucionarias.
Aida de la Fuente falleció en plena Revolución, el 13 de octubre de 1934, durante los combates que tuvieron lugar en Oviedo y que destruyeron la Catedral de Oviedo, la Cámara Santa, la Audiencia, el Teatro Campoamor, la Universidad de Oviedo y otros edificios emblemáticos. Las versiones sobre las circunstancias de su muerte son diferentes y enfrentadas: unas la hacen fallecida en la represión posterior al combate; otras en plena contienda, atrincherada tras una ametralladora cercana a la iglesia de San Pedro de los Arcos, intentando defender una posición que sus compañeros habían abandonado en huida hacia La Argañosa.
Tras la revolución, Aida Lafuente se convirtió en un símbolo gracias sobre todo a la labor de su padre, Gustavo de la Fuente, quien quedó exento el 14 de septiembre de 1935 del Consejo de Guerra que le implicaba en los actos revolucionarios. En las elecciones del 16 de febrero de 1936 fue elegido para formar parte del Ayuntamiento de Oviedo, en la candidatura del Frente Popular, por las listas del Partido Comunista de España. Desde su posición de concejal, fue uno de los responsables de convertir a su difunta hija en símbolo de la revolución y del bando del Frente Popular durante la Guerra Civil española, no sólo en el ámbito local y regional, sino incluso nacional. Ya poco después de las elecciones, el poeta Rafael Alberti hace mención a Libertaria Lafuente.
Durante la contienda civil, Aida Lafuente fue equiparada a otras heroínas históricas españolas, como las más representativas del siglo XIX, Agustina de Aragón (1786-1857) y Mariana Pineda (1804-1831), junto a una militante comunista coetánea, Lina Odena (1911-1936). En el Comité Comarcal de Cartagena de la Sección Española del Socorro Rojo Internacional, operaba un Grupo Aida Lafuente. Ya en octubre de 1936, pocos meses después de comenzada la Guerra Civil, al cumplirse el segundo aniversario de Octubre de 1934, Aida Lafuente era recordada por los distintos diarios favorables al Frente Popular. Así, La Prensa, el 6 de octubre de 1936, denominaba a Aida Lafuente como «La Libertaria», «la flor de la esperanza de una España mejor, en la que la Libertad, por la que ella dio su vida, sea el punto de partida para la España con que soñamos los proletarios españoles». Avance, el 17 de febrero de 1937, la consideraba «símbolo del heroísmo femenino astur». En octubre de 1936 ya llevaban el nombre de Aida Lafuente el Batallón Asturias número 1, así como una calle en Gijón y otra en Valencia.
El pleno del Ayuntamiento de Oviedo del 6 de abril de 1995 acordó por unanimidad conceder el nombre de Aida Lafuente al paseo principal del parque de San Pedro de los Arcos, junto a un monolito con su efigie que sin embargo la considera nacida en 1918.
Bibliografía
La repercusión internacional de la Guerra Civil española, así como la presencia de Aida Lafuente en la propaganda comunista coetánea, difundió ampliamente el nombre de Aida Lafuente por todo el mundo en los años treinta, interés y curiosidad que no se apagó con los años. Brian D. Bunk, profesor de la Universidad de Massachussetts, que vivió en Oviedo mientras preparaba su libro '«Ghosts of Passion: Martyrdom, Gender, and the Origins of the Spanish Civil War», es autor también de un estudio monográfico dedicado a Aida Lafuente: «Revolutionary Warrior and Gendered Icon: Aida Lafuente and the Spanish Revolution of 1934», Journal of Women's History», volumen 15, número 2, verano 2003, páginas 99-122.