Manuel María Acevedo
Político liberal y abogado, una de las principales figuras del liberalismo asturiano. Nació en Vigo en 1770, cuarto hijo del matrimonio formado por el mariscal de campo Jacinto Acevedo y Josefa Pola y Navia, tía materna de Álvaro Flórez Estrada. Cursó estudios de Leyes en la Universidad de Oviedo, e inició su carrera política en 1812 al ser nombrado jefe político de la provincia de Asturias y presidente de la Diputación Provincial, contribuyendo a la implantación del sistema constitucional establecido por las Cortes de Cádiz. Entre abril y junio de 1813 sostiene un enconado enfrentamiento con el obispo de Oviedo Gregorio Hermida, quien se negaba a permitir que el decreto de abolición de Inquisición fuese leído en las iglesias; el conflicto se resuelve con destierro del primado. Destituido a raíz del golpe absolutista de 1814, se lo persigue por liberal, volviendo a ocupar la presidencia de la Diputación Provincial durante el Trienio Liberal. Durante la Ominosa Década se exilia en Londres en compañía de su primo Álvaro Florez Estrada. En este periodo asume la dirección del rotativo El Español Constitucional. La amnistía que se promulga a la muerte de Fernando VII le permite regresar a España. Forma parte de la Junta General del Principado y en 1834 se presenta por Asturias a las elecciones saliendo elegido diputado e integrándose en el sector de los de los liberales exaltados. En las siguientes elecciones, 1837, se presenta por Pontevedra logrando nuevamente el acta y recibiendo, en noviembre de 1837, el nombramiento de senador vitalicio. Fallece en 1740.
Merecen mención entre sus discursos el que escribió con ocasión de la apertura de los estudios públicos en Oviedo el veinte de mayo de 1813, así como el trabajo titulado Oración pronunciada en la sesión pública de la Sociedad Económica de Amigos del País, de Asturias, el 20 de febrero de 1804, que fue publicado en el Manifiesto de la Sociedad de Amigos del País en 1817 en Oviedo.