Justo Álvarez Amandi

Escritor español nacido el 28 de mayo de 1839 en Oviedo y fallecido en esta ciudad el 19 de febrero de 1919. Inició el bachillerato en la Universidad de Oviedo pasando después al Seminario, y regresando a la Universidad en 1854, donde obtiene el Bachiller en Artes para licenciarse posteriormente en Derecho Civil y Canónico en 1861. Simultaneó sus estudios de Derecho con los de Filosofía y Letras en los que también se licenció, ocupando posteriormente los puestos de profesor en las Cátedras de Literatura Latina y Española, inicialmente, y después las de Lengua Griega, Historia Universal y Geografía en la Facultad de Filosofía. Asimismo ocupó los cargos de vicesecretario y luego de secretario en dicha Facultad.

Desarrolló además una notable actividad como escritor, publicándose sus trabajos en la Revista de Asturias y más tarde en otras revistas y diarios ovetenses, donde se publicaron varios trabajos suyos sobre historia y jurisprudencia, así como poemas en bable y español. Es notable su labor como traductor de temas latinos clásicos al dialecto asturiano.

En 1866 ganó por oposición la cátedra Retórica Política en el Instituto de Tapia, plaza que ocupó durante diez años, donde también ejerció como secretario del centro. El 5 de junio de 1876 se le designa catedrático de Literatura Latina de la Universidad de Oviedo, luego de Metafísica y finalmente de Lógica Fundamental. En el año 1897 es elegido decano de la Facultad de Filosofía. No disminuyó en todo este tiempo su labor como escritor, colaborando fundamentalmente con la prensa diaria, tocando sobre todo temas histórico-religiosos. La Ilustración Gallega y Asturiana de Madrid, el órgano del Centro Asturiano Asturias, y principalmente El Carbayón de Oviedo fueron las publicaciones que recogieron el grueso de sus trabajos literarios, aparecidos en su mayoría bajo pseudónimos como Syla, Germán Álvarez, Damián Álvarez (formado el nombre Damián como anagrama del apellido Amandi), J. de Urgel, o Juan Valmaseda y Ortiz. En 1887 se le concedió un premio en el Certamen nacional celebrado en El Escorial.

Publicó varios libros de temática diversa: Memorias del Instituto de Tapia aparecidas en Oviedo en cuatro folletos entre 1872 y 1875; El martirio de Santa Eulalia de Mérida, traducción en verso español de la obra latina de Aureliano Prudencio Clemente, publicado en Oviedo en 1877; La elocuencia forense en Roma, Oviedo 1878; Lecciones de literatura latina, Oviedo 1879; Apuntes histórico-literarios sobre la antigua Grecia, aparecida en Madrid en 1880; El doctor don José Puente Villanúa, Madrid 1881; La Catedral de Oviedo: perfiles histórico-arqueológicos, Oviedo 1882; Días Festivos de la Iglesia Católica: Breve explicación de los misterios que en ella se celebran y motivos de su mayor solemnidad, Oviedo 1893; Monumentos religiosos de Oviedo; y por último, Programa de Lógica Fundamental, publicado en Oviedo en 1910.