Jimena Díaz
Hija del conde de Oviedo Diego Rodríguez y la condesa Cristina, que era nieta de Alfonso V. Contrajo matrimonio con Rodrigo Díaz de Vivar el 19 de julio de 1074 probablemente, ya que existe documento de recepción de arras de esta fecha, por lo que la ceremonia debió celebrarse al tiempo. Las arras eran una prebenda concedida a la esposa a modo de pago, y que, o bien se entregaba por su castidad o por su belleza. En el caso de Jimena el documento recoge ambas cualidades: las arras son entregadas por decoro de su hermosura, y por el virginal connubio.
Hermana de los condes Rodrigo Díaz y Fernando Díaz y sobrina de Alfonso VI, su matrimonio con El Cid fue un intento para atraer al héroe a su causa. Alfonso VI inició una política de casamientos que pretendía reforzar los lazos de fidelidad con vasallos y aliados a través de las uniones matrimoniales. Poco después de su boda, en la cuaresma de 1075, Rodrigo Díaz de Vivar y su esposa acompañan al rey Alfonso VI a Oviedo, para adorar las reliquias de la Cámara Santa, y tan sólo unos meses después, el 28 de julio de 1075, nace el primer hijo de Jimena y El Cid, Diego. Para celebrar la llegada del retoño, Alfonso VI otorga a la familia el privilegio de hacer ingenuas (libres de impuestos) todas las propiedades del Cid.
Sin embargo esa buena relación no durará eternamente. Al caer en desgracia con el rey, Jimena acompañó a El Cid en su destierro en Zaragoza y Valencia, y en 1081 se vio obligada a refugiarse en San Pedro de Cardeña junto a sus dos hijo, Diego y Cristina, y en avanzado estado de gestación de su hija María.
En el año 1094 muere su hijo Diego en la batalla de Consuegra.
Al morir su esposo en 1099, quedó al frente de Valencia, resistiendo el cerco de los almorávides casi durante cinco meses y pidiendo ayuda finalmente a su primo Alfonso a través del obispo de Valencia. El ejército de Alfonso no tardará en comprender que no puede hacer frente y sostener la conquista sin la figura del Cid, por lo que serían escoltados los cristianos de Valencia hasta Toledo, Jimena entre ellos, abandonando la ciudad tres años después de la muerte del héroe, en manos de los musulmanes.
Jimena regresó a su refugio de San Pedro de Cardeña, y vivió por lo menos hasta 1113, puesto que hay constancia de la venta de parte de sus tierras en esta fecha. Probablemente muriese poco después, pero no se puede precisar la fecha de este fallecimiento.