Diferencia entre revisiones de «Federación Socialista Asturiana»

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La Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) es una organización de carácter socialdemócrata que constituye la federación asturiana del Partido Socialista Obrero Español.
 
La Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) es una organización de carácter socialdemócrata que constituye la federación asturiana del Partido Socialista Obrero Español.
  
Tras la fundación del PSOE en Madrid el dos de mayo de [[1879]] comienza una intensa labor propagandística en Asturias que, en dialéctica con el anarquismo y con los tradicionales dirigentes republicanos, y enfrentándose a las restricciones a la actividad política y sindical del momento, logrará hacer prender la ideología socialista en la región. Destacan en este primer momento del socialismo asturiano nombres como [[Francisco Cadaviedo]], [[Manuel Vigil Montoto]], [[Ramón Fanjul]] y [[Eduardo Varela]]. Así, en 1891 se crea la Agrupación Socialista Local de [[Gijón]], hecho del que se haría eco el número 300 de El Socialista, al año siguiente la de [[Oviedo]] y finalmente, en 1897, las agrupaciones de Sama de Langreo y Mieres. Además, el seis de septiembre de 1896 aparece en Gijón el primer número de La Aurora Social, órgano de expresión oficial del socialismo asturiano hasta la creación del diario Avance, que sería suspendido por las autoridades en 1898, para reaparecer definitivamente en Oviedo al año siguiente.
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Tras la fundación del PSOE en Madrid el dos de mayo de [[1879]] comienza una intensa labor propagandística en Asturias que, en dialéctica con el anarquismo y con los tradicionales dirigentes republicanos, y enfrentándose a las restricciones a la actividad política y sindical del momento, logrará hacer prender la ideología socialista en la región. Destacan en este primer momento del socialismo asturiano nombres como [[Francisco Cadavieco]], [[Manuel Vigil Montoto]], [[Ramón Fanjul]] y [[Eduardo Varela]]. Así, en 1891 se crea la Agrupación Socialista Local de [[Gijón]], hecho del que se haría eco el número 300 de El Socialista, al año siguiente la de [[Oviedo]] y finalmente, en 1897, las agrupaciones de Sama de Langreo y Mieres. Además, el seis de septiembre de 1896 aparece en Gijón el primer número de La Aurora Social, órgano de expresión oficial del socialismo asturiano hasta la creación del diario Avance, que sería suspendido por las autoridades en 1898, para reaparecer definitivamente en Oviedo al año siguiente.
  
 
El periodo 1899-1901 es clave para afianzamiento del socialismo en Asturias, que lograría capitalizar las tensiones sociales derivadas de la guerra de Cuba y de las condiciones laborales de las clases obreras en detrimento de los anarquistas. De esta forma, el 27 de enero de 1901 se celebra en el Centro Obrero de Oviedo el Congreso Fundacional de la Federación Socialista Asturiana del Partido Socialista Obrero Español, al que concurrieron 35 delegados provenientes de las 14 agrupaciones, que sumaban 1867 afiliadas, siendo elegido presidente del primer Comité Provincial el gijonés Manuel Vigil Montoto.
 
El periodo 1899-1901 es clave para afianzamiento del socialismo en Asturias, que lograría capitalizar las tensiones sociales derivadas de la guerra de Cuba y de las condiciones laborales de las clases obreras en detrimento de los anarquistas. De esta forma, el 27 de enero de 1901 se celebra en el Centro Obrero de Oviedo el Congreso Fundacional de la Federación Socialista Asturiana del Partido Socialista Obrero Español, al que concurrieron 35 delegados provenientes de las 14 agrupaciones, que sumaban 1867 afiliadas, siendo elegido presidente del primer Comité Provincial el gijonés Manuel Vigil Montoto.
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La Guerra Civil se inicia en Asturias con la sublevación del general Aranda en Oviedo; la capital asturiana es cercada inmediatamente por las milicias obreras, las cuales, militarizadas en octubre por Decreto del Gobierno de Largo, junto con la FSA, la UGT y JSA, con Rafael Fernández como secretario general, asumen el máximo protagonismo en la organización de la vida económica y militar.  
 
La Guerra Civil se inicia en Asturias con la sublevación del general Aranda en Oviedo; la capital asturiana es cercada inmediatamente por las milicias obreras, las cuales, militarizadas en octubre por Decreto del Gobierno de Largo, junto con la FSA, la UGT y JSA, con Rafael Fernández como secretario general, asumen el máximo protagonismo en la organización de la vida económica y militar.  
  
Berlarmino Tomás dirige la autoridad republicana en Asturias desde el Comité de Sama, convertido en Consejo Interprovincial de Asturias y León en diciembre de 1936, con sede en Gijón, y posteriormente, desde el 24 de agosto de 1937, al penetrar las tropas franquistas en la Asturias desde Santander, en Consejo Soberano. La mayor parte de los consejeros, así como los componentes de los ayuntamientos, eran socialistas; también lo eran el presidente del Tribunal de Justicia de Asturias, el abogado Juan Pablo García Álvarez, y el comisario general del Ejército del Norte.
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Belarmino Tomás dirige la autoridad republicana en Asturias desde el Comité de Sama, convertido en Consejo Interprovincial de Asturias y León en diciembre de 1936, con sede en Gijón, y posteriormente, desde el 24 de agosto de 1937, al penetrar las tropas franquistas en la Asturias desde Santander, en Consejo Soberano. La mayor parte de los consejeros, así como los componentes de los ayuntamientos, eran socialistas; también lo eran el presidente del Tribunal de Justicia de Asturias, el abogado Juan Pablo García Álvarez, y el comisario general del Ejército del Norte.
  
El tejido social sostenido por las fuerzas obreras, socialistas, comunistas y anarquistas, se desploma con la entrada en Gijón del ejército sublevado el 21 de octubre de 1937. Los miembros del Consejo Soberano y miles de combatientes y civiles lograron huir de la ciudad por vía marítima, logrando algunos de ellos alcanzar territorio francés para dirigirse desde allí al levante, controlado por los republicanos. Se organiza entonces la Agrupación de Socialistas Asturianos de la que dependía la Agrupación de Socialistas Refugiados de Asturias, ambas con sede en Barcelona, con [[José Barreiro]] como secretario general, [[Inocencio Burgos]] como presidente, [[Belarmino Tomás]] como vicepresidente, [[Rogelio Lagar]] como secretario administrativo, [[Lorenzo López Mulero]] como secretario sindical, [[Ángel de Avila]] como secretario juvenil, [[Purificación Tomás]] como secretario de milicias, [[Manuel Suárez]] como secretario de actas y [[Amador Fernández]] como vocal.
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El tejido social sostenido por las fuerzas obreras, socialistas, comunistas y anarquistas, se desploma con la entrada en Gijón del ejército sublevado el 21 de octubre de 1937. Los miembros del Consejo Soberano y miles de combatientes y civiles lograron huir de la ciudad por vía marítima, logrando algunos de ellos alcanzar territorio francés para dirigirse desde allí al levante, controlado por los republicanos. Se organiza entonces la Agrupación de Socialistas Asturianos de la que dependía la Agrupación de Socialistas Refugiados de Asturias, ambas con sede en Barcelona, con [[José Barreiro]] como secretario general, [[Inocencio Burgos]] como presidente, [[Belarmino Tomás]] como vicepresidente, [[Rogelio Lagar]] como secretario administrativo, [[Lorenzo López Mulero]] como secretario sindical, [[Ángel de Ávila]] como secretario juvenil, [[Purificación Tomás]] como secretario de milicias, [[Manuel Suárez]] como secretario de actas y [[Amador Fernández]] como vocal.
  
 
Tras la liberación de Francia en agosto de 1944, los exiliados asturianos colaboraron decisivamente en la reorganización del PSOE y de la UGT en sendos congresos celebrados en Tolosa en septiembre y noviembre, constituyéndose en octubre de 1945 la Comisión Socialista Asturiana (CSA), que coordinará a los socialistas hasta los comienzos de la Transición, ejerciendo José Barreiro como secretario general.
 
Tras la liberación de Francia en agosto de 1944, los exiliados asturianos colaboraron decisivamente en la reorganización del PSOE y de la UGT en sendos congresos celebrados en Tolosa en septiembre y noviembre, constituyéndose en octubre de 1945 la Comisión Socialista Asturiana (CSA), que coordinará a los socialistas hasta los comienzos de la Transición, ejerciendo José Barreiro como secretario general.
  
En el interior de España la presencia del PSOE como fuerza de oposición fue escasa si se la compara con la actividad del PCE. No obstante, si hubo cierta reorganización, iniciada desde las cárceles y colonias de trabajadores, que el 5 de octubre de 1943 culminó con la reconstitución en [[Oviedo]] del Comité Provincial de la FSA. Destacarán en este periodo las figuras de [[Florentino Zapico]], [[Bernardino Díaz]], [[Silvino García]] y [[Wenceslao Fernández]]. Se formarán más de 32 comités repartidos por toda Asturias, al tiempo que [[Sócrates Gómez]] formaba la primera ejecutiva del PSOE en España en la clandestinidad, presidida por Gómez Egido y el propio Gómez como secretario general. En 1946 el PSOE creaba la Alianza Nacional de Fuerzas Democrática (ANFD) junto con la CNT y republicanos, a la que posteriormente se sumarían el PCE y los monárquicos. Pero ese mismo año el Comité Provincial es desarticulado por la policía franquista, que también procederá contra la organización del PSOE en toda España desarticulándola prácticamente por completo. A partir de entonces y hasta los años setenta los socialistas se limitarán a mantener pequeños cuadros en algunas regiones como Asturias, que volvería a sufrir un duro golpe con la gran redada de 1958.
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En el interior de España la presencia del PSOE como fuerza de oposición fue escasa si se la compara con la actividad del PCE. No obstante, si hubo cierta reorganización, iniciada desde las cárceles y colonias de trabajadores, que el 5 de octubre de 1943 culminó con la reconstitución en [[Oviedo]] del Comité Provincial de la FSA. Destacarán en este periodo las figuras de [[Florentino Zapico]], [[Bernardino Díaz]], [[Silvino García]] y [[Wenceslao Fernández]]. Se formarán más de 32 comités repartidos por toda Asturias, al tiempo que [[Sócrates Gómez]] formaba la primera ejecutiva del PSOE en España en la clandestinidad, presidida por Gómez Egido y el propio Gómez como secretario general. En 1946 el PSOE creaba la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas (ANFD) junto con la CNT y republicanos, a la que posteriormente se sumarían el PCE y los monárquicos. Pero ese mismo año el Comité Provincial es desarticulado por la policía franquista, que también procederá contra la organización del PSOE en toda España desarticulándola prácticamente por completo. A partir de entonces y hasta los años setenta los socialistas se limitarán a mantener pequeños cuadros en algunas regiones como Asturias, que volvería a sufrir un duro golpe con la gran redada de 1958.
  
 
La redada de 1958 supone el desmantelamiento de comité de la FSA, que habrá de ser reorganizado por jóvenes inexpertos como [[Herminio Álvarez]], Marcelo y Arcadio García, de San Martín del Rey Aurelio, Pedro y Paulino León, de Mieres, [[Avelino Pérez]], [[José Castro]], [[Prudencio Magdalena]], [[Pablo García]] y [[Emilio Barbón]] entre otros. La conflictividad social se dispara durante aquellos años a raíz de las huelgas mineras de 1962 y 1963, lo que motivará una crisis en la FSA, con constantes disensiones y caídas, que se prolongará prácticamente una década haciéndola inoperante. Esta dinámica se rompe con la llegada desde Bruselas de [[Agustín González “Otilio”]], quien se instaló en Roces, en Gijón, en 1968.
 
La redada de 1958 supone el desmantelamiento de comité de la FSA, que habrá de ser reorganizado por jóvenes inexpertos como [[Herminio Álvarez]], Marcelo y Arcadio García, de San Martín del Rey Aurelio, Pedro y Paulino León, de Mieres, [[Avelino Pérez]], [[José Castro]], [[Prudencio Magdalena]], [[Pablo García]] y [[Emilio Barbón]] entre otros. La conflictividad social se dispara durante aquellos años a raíz de las huelgas mineras de 1962 y 1963, lo que motivará una crisis en la FSA, con constantes disensiones y caídas, que se prolongará prácticamente una década haciéndola inoperante. Esta dinámica se rompe con la llegada desde Bruselas de [[Agustín González “Otilio”]], quien se instaló en Roces, en Gijón, en 1968.
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La derrota del PSOE en las elecciones nacionales de 1996 abrirá un periodo de inestabilidad dentro de la organización, agravado por el descalabro de las elecciones de 2000, que no se saldará realmente hasta la victoria del PSOE en las generales de 2004. Tales tensiones tendrán su reflejo en la FSA, que atravesará una fuerte crisis interna cerrada finalmente en su XXVIII Congreso, celebrado en Oviedo el 4 y 5 de noviembre de 2000. Este congreso designa a [[Javier Fernández]], consejero de Industria del Gobierno Regional, como secretario general, por 215 votos frente a los 194 de Álvaro Álvarez, secretario general de la Agrupación de Avilés.
 
La derrota del PSOE en las elecciones nacionales de 1996 abrirá un periodo de inestabilidad dentro de la organización, agravado por el descalabro de las elecciones de 2000, que no se saldará realmente hasta la victoria del PSOE en las generales de 2004. Tales tensiones tendrán su reflejo en la FSA, que atravesará una fuerte crisis interna cerrada finalmente en su XXVIII Congreso, celebrado en Oviedo el 4 y 5 de noviembre de 2000. Este congreso designa a [[Javier Fernández]], consejero de Industria del Gobierno Regional, como secretario general, por 215 votos frente a los 194 de Álvaro Álvarez, secretario general de la Agrupación de Avilés.
 
 
  
 
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Revisión de 15:48 10 ago 2010

La Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) es una organización de carácter socialdemócrata que constituye la federación asturiana del Partido Socialista Obrero Español.

Tras la fundación del PSOE en Madrid el dos de mayo de 1879 comienza una intensa labor propagandística en Asturias que, en dialéctica con el anarquismo y con los tradicionales dirigentes republicanos, y enfrentándose a las restricciones a la actividad política y sindical del momento, logrará hacer prender la ideología socialista en la región. Destacan en este primer momento del socialismo asturiano nombres como Francisco Cadavieco, Manuel Vigil Montoto, Ramón Fanjul y Eduardo Varela. Así, en 1891 se crea la Agrupación Socialista Local de Gijón, hecho del que se haría eco el número 300 de El Socialista, al año siguiente la de Oviedo y finalmente, en 1897, las agrupaciones de Sama de Langreo y Mieres. Además, el seis de septiembre de 1896 aparece en Gijón el primer número de La Aurora Social, órgano de expresión oficial del socialismo asturiano hasta la creación del diario Avance, que sería suspendido por las autoridades en 1898, para reaparecer definitivamente en Oviedo al año siguiente.

El periodo 1899-1901 es clave para afianzamiento del socialismo en Asturias, que lograría capitalizar las tensiones sociales derivadas de la guerra de Cuba y de las condiciones laborales de las clases obreras en detrimento de los anarquistas. De esta forma, el 27 de enero de 1901 se celebra en el Centro Obrero de Oviedo el Congreso Fundacional de la Federación Socialista Asturiana del Partido Socialista Obrero Español, al que concurrieron 35 delegados provenientes de las 14 agrupaciones, que sumaban 1867 afiliadas, siendo elegido presidente del primer Comité Provincial el gijonés Manuel Vigil Montoto.

Durante la primera década del siglo XX el socialismo, agrupado bajo las siglas del PSOE, se convierte en la principal fuerza del movimiento obrero asturiano, mientras que el anarquismo dominará solamente en Gijón y en la Felguera. Es en este periodo cuando, siguiendo las resoluciones de la II Internacional, se crean en las distintas agrupaciones las Juventudes Socialistas. En Asturias José María y Juan Antonio Suárez, Teodomiro Menéndez y Aurelio Cuartas fundan la Juventud Socialista de Oviedo en 1904, el resto de agrupaciones regionales harán lo propio y, finalmente, en 1914, se constituye la Federación de Juventudes Socialistas de Asturias con César González como secretario general. Otro hito clave es la fundación en 1910, a instancias de Manuel Llaneza, del Sindicato de Obreros Mineros de Asturias (SOMA), y la constitución en 1925 de la Unión General de Trabajadores de Asturias. Paralelamente, la neutralidad española durante la Primera Guerra Mundial propiciará una coyuntura económica favorable al carbón asturiano que hará posible obtener recursos para sufragar la construcción alrededor de setenta casas del pueblo en la región.

Las elecciones de enero de 1902 se saldarán con la presencia, por primera vez, de concejales socialistas en ayuntamientos asturianos, concretamente en Oviedo, Ángel Suárez Fierro y Manuel Vigil Montoto, en Mieres y en Castrillón. Al año siguiente vuelven a celebrarse elecciones a las que se presentan once candidatos socialistas, obteniendo el escaño nueve. Pero el despegue electoral definitivo de los socialistas, siguiendo la estrategia socialdemócrata de penetrar en las instituciones para tratar de transformarlas desde dentro, llegará en 1909 de la mano de la alianza concertada con los republicanos de Melquíades Álvarez, consiguiendo el PSOE las alcaldías de San Martín del Rey Aurelio, Mieres y Langreo, obteniendo Pablo Iglesias el acta de diputado nacional por primera vez.

La frustrada huelga general revolucionaria de agosto de 1917, convocada por UGT y CNT en toda España, se dejará sentir con notable intensidad en Asturias dado el carácter eminentemente industrial de la región. Consecuentemente la represión, dirigida por el general Burguete, fue especialmente dura en Asturias.

En 1921 se produce la escisión que dará lugar al Partido Comunista de España, desencadenada por la no adhesión de la formación a la III Internacional, cuya primera militancia provendrá principalmente de las juventudes del PSOE y en cuyas filas destacará la figura de Isidoro Acevedo. La aparición del PCE sumada a las consecuencias de la represión de 1917 harán que el número de afiliados asturianos caiga por debajo de los quinientos.

Durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera el PSOE adopta una estrategia colaboracionista, defendida fundamentalmente por Francisco Largo Caballero, quien además será consejero de estado, con el respaldo del anciano Pablo Iglesias, que buscaba obtener importantes mejoras sociales y laborales para las clases obreras. Esta estrategia determinará un distanciamiento entre las ejecutivas del PSOE y la UGT.

Las elecciones del 12 de abril de 1931, tras la dimisión del dictador y los sucesivos directorios de Berenguer y Aznar, se saldarán en Asturias con un resultado parejo al del resto de España: mayoría monárquica en las zonas rurales y triunfo de la conjunción republicano-socialista en los principales municipios. En la consulta del 28 de junio de 1931, de la que saldrían las Cortes Constituyentes, se reafirmó la fuerza del socialismo en Asturias al obtener la lista del FSA 12 de los 16 diputados en liza en la provincia. Durante el Bienio Reformista la FSA verá incrementada su afiliación notablemente; es por estas fechas, 15 de noviembre de 1931, cuando se funda el diario Avance.

La incapacidad del gobierno reformista para satisfacer las aspiraciones de las clases obreras y de los jornaleros, además del desgaste derivado de episodios como el de Casas Viejas, que en el PSOE se materializarán en el distanciamiento entre los dirigentes y sus bases, cada vez más radicalizadas, determinarán que las derechas, organizadas en la CEDA, logren la victoria en las elecciones de 1933. El PSOE bajará de 161 a 116 diputados y la FSA acudirá en solitario a los comicios consiguiendo 6 diputados.

La victoria de las derechas determinará una radicalización aún mayor de las bases socialistas. De esta forma, la JSA, con 18000 afiliados, y el SOMA, con 25000 cotizantes, lograrán que los moderados Juan Antonio Suárez y Teodomiro Menéndez sean desplazados de la Ejecutiva de la FSA, a favor de Rafael Fernández, Belarmino Tomás, Amador Fernández y Juan Pablo García, nombrándose presidente a Graciano Antuña, favorable a las salidas revolucionarias.

Antuña y Bonifacio Martín, en representación de la UGT, firman el 31 de marzo el pacto por el que se constituye la Alianza Obrera Regional con la CNT. Se suceden a partir de entonces mítines, registros en busca de armas provenientes de El Turquesa y de la Fábrica de Armas de la Vega, detenciones y huelgas, que darán paso a la Revolución de Octubre de 1934.

Teodomiro Menéndez, proveniente de Madrid, llega por vía férrea a Oviedo el día 4 con la orden de inicio de huelga. Liderados por Ramón González Peña los mineros inician la insurrección armada, tomando rápidamente las cuencas mineras y lanzándose, con cierta descoordinación, sobre Oviedo, estando a punto de rendirla en cinco días; los defensores quedaron reducidos posiciones aisladas, la cárcel, el cuartel y la catedral. Los mineros consiguieron hacerse con la fábrica de explosivos de la Manjoya, con la de cañones de Trubia y con la de armas de la Vega. Quedaba en manos de los insurgentes un tercio de la región, que comenzaron a implementar medidas revolucionarias. Pero el fracaso de la revolución en el resto de España frustró cualquier posibilidad de éxito. Las tropas de López Ochoa, Solchaga y Yagüe desarbolaron a los mineros, hasta que finalmente el Comité Provincial, formado por seis socialistas y tres comunistas y presidido por Belarmino Tomás, decide rendirse. El día 17 Tomás se entrevista en Oviedo con López Ochoa para acordar la rendición.

El balance de la Revolución arroja 1400 muertos, más de 2000 heridos y 30000 prisioneros. Las organizaciones socialistas serán disueltas y las Casas del Pueblo clausuradas. Luis Roca Albornoz, Secundino Montes…, y sobre todo Jesús de la Vallina, lograrán reconstruir los cuadros clandestinos y poner en marcha el periódico La Tarde. La situación legal de las organizaciones socialistas se normalizaría con la victoria del Frente Popular.

En Asturias la candidatura frentepopulista fue conformada por 6 miembros del PSOE, 5 de Izquierda Republicana y 2 del PCE, consiguiendo el 52.8 de los sufragios. Los socialistas se consolidaban nuevamente como la fuerza mayoritaria, reforzada por el regreso de los exiliados y la liberación de los presos de la Revolución. Se obtuvo incluso la alcaldía de Oviedo en la figura de Lorenzo López Mulero. Simultáneamente, dentro del clima de tensión en que se desencadenó la Guerra, los respectivos cuadros de las organizaciones juveniles de derechas e izquierdas, especialmente las Juventudes Socialistas de Asturias, se organizaban paramilitarmente.

La Guerra Civil se inicia en Asturias con la sublevación del general Aranda en Oviedo; la capital asturiana es cercada inmediatamente por las milicias obreras, las cuales, militarizadas en octubre por Decreto del Gobierno de Largo, junto con la FSA, la UGT y JSA, con Rafael Fernández como secretario general, asumen el máximo protagonismo en la organización de la vida económica y militar.

Belarmino Tomás dirige la autoridad republicana en Asturias desde el Comité de Sama, convertido en Consejo Interprovincial de Asturias y León en diciembre de 1936, con sede en Gijón, y posteriormente, desde el 24 de agosto de 1937, al penetrar las tropas franquistas en la Asturias desde Santander, en Consejo Soberano. La mayor parte de los consejeros, así como los componentes de los ayuntamientos, eran socialistas; también lo eran el presidente del Tribunal de Justicia de Asturias, el abogado Juan Pablo García Álvarez, y el comisario general del Ejército del Norte.

El tejido social sostenido por las fuerzas obreras, socialistas, comunistas y anarquistas, se desploma con la entrada en Gijón del ejército sublevado el 21 de octubre de 1937. Los miembros del Consejo Soberano y miles de combatientes y civiles lograron huir de la ciudad por vía marítima, logrando algunos de ellos alcanzar territorio francés para dirigirse desde allí al levante, controlado por los republicanos. Se organiza entonces la Agrupación de Socialistas Asturianos de la que dependía la Agrupación de Socialistas Refugiados de Asturias, ambas con sede en Barcelona, con José Barreiro como secretario general, Inocencio Burgos como presidente, Belarmino Tomás como vicepresidente, Rogelio Lagar como secretario administrativo, Lorenzo López Mulero como secretario sindical, Ángel de Ávila como secretario juvenil, Purificación Tomás como secretario de milicias, Manuel Suárez como secretario de actas y Amador Fernández como vocal.

Tras la liberación de Francia en agosto de 1944, los exiliados asturianos colaboraron decisivamente en la reorganización del PSOE y de la UGT en sendos congresos celebrados en Tolosa en septiembre y noviembre, constituyéndose en octubre de 1945 la Comisión Socialista Asturiana (CSA), que coordinará a los socialistas hasta los comienzos de la Transición, ejerciendo José Barreiro como secretario general.

En el interior de España la presencia del PSOE como fuerza de oposición fue escasa si se la compara con la actividad del PCE. No obstante, si hubo cierta reorganización, iniciada desde las cárceles y colonias de trabajadores, que el 5 de octubre de 1943 culminó con la reconstitución en Oviedo del Comité Provincial de la FSA. Destacarán en este periodo las figuras de Florentino Zapico, Bernardino Díaz, Silvino García y Wenceslao Fernández. Se formarán más de 32 comités repartidos por toda Asturias, al tiempo que Sócrates Gómez formaba la primera ejecutiva del PSOE en España en la clandestinidad, presidida por Gómez Egido y el propio Gómez como secretario general. En 1946 el PSOE creaba la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas (ANFD) junto con la CNT y republicanos, a la que posteriormente se sumarían el PCE y los monárquicos. Pero ese mismo año el Comité Provincial es desarticulado por la policía franquista, que también procederá contra la organización del PSOE en toda España desarticulándola prácticamente por completo. A partir de entonces y hasta los años setenta los socialistas se limitarán a mantener pequeños cuadros en algunas regiones como Asturias, que volvería a sufrir un duro golpe con la gran redada de 1958.

La redada de 1958 supone el desmantelamiento de comité de la FSA, que habrá de ser reorganizado por jóvenes inexpertos como Herminio Álvarez, Marcelo y Arcadio García, de San Martín del Rey Aurelio, Pedro y Paulino León, de Mieres, Avelino Pérez, José Castro, Prudencio Magdalena, Pablo García y Emilio Barbón entre otros. La conflictividad social se dispara durante aquellos años a raíz de las huelgas mineras de 1962 y 1963, lo que motivará una crisis en la FSA, con constantes disensiones y caídas, que se prolongará prácticamente una década haciéndola inoperante. Esta dinámica se rompe con la llegada desde Bruselas de Agustín González “Otilio”, quien se instaló en Roces, en Gijón, en 1968.

Se crea un nuevo Comité Provincial a partir de una reunión en Mieres entre delegaciones de Gijón, Laviana y Sama presidida por Joaquín López que busca reorientar a la FSA eliminando paulatinamente los componentes marxistas de su ideología, línea marcada ya por el congreso de 1970 y que exacerbada a raíz del Congreso del PSOE de 1979. En cualquier caso el socialismo regional logra reactivarse al conformar el minero Jesús Zapico, siguiendo órdenes de Agustín González, una célula en Oviedo. El propio González y Marcelo García desempeñarán una labor similar en Gijón y Pablo García organizará el grupo de Barredos. Los nuevos cuadros serán sobre todo jóvenes estudiantes de extracción social media alta, en contraste con la militancia obrera del PSOE anterior. Se organizan a partir de entonces importantes actividades propagandísticas como las concentraciones en el puerto de Tarna, las reuniones en la Cabaña de la sierra de Peña Mayor, y se intensifican los contactos con el socialismo vasco y andaluz.

En octubre de 1975, todavía en la clandestinidad, la Asamblea reunida en la Cabaña de Peña Mayor, con presencia de veinte delegados de toda Asturias, constituye una nueva Comisión Ejecutiva de la FSA, siendo elegido Jesús Sanjurjo, de veinte años de edad, secretario general, cargo que ostentará hasta 1988, excepto durante el año 1977 y primer semestre de 1978 en que tal responsabilidad fue asumida por Rafael Fernández, que había regresado de su exilio mejicano junto a su mujer Purificación Tomás. El resto de miembro de la ejecutiva rondaban la edad de Sanjurjo, figurando nombres como José María Fernández “Chema”, Juan Luis Rodríguez Vigil y estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo como Álvaro Cuesta, Luis posada o Jaime Estrada; por su parte, José Ángel Fernández Villa había llegado al PSOE a través del Fondo Unitario de Solidaridad Obrera de Asturias (FUSOA). Este grupo se pondrá al frente de la plataforma Convergencia Democrática a partir de julio de 1975 y posteriormente se integrará en la Coordinación Democrática, constituida en Asturias en junio de 1976. El nuevo PSOE comenzará a ganar protagonismo a partir de 1976 celebrando varios actos multitudinarios.

En las elecciones del 15 de junio de 1977 el PSOE obtuvo una discreta victoria sobre la UCD, consiguiendo el acta de diputado Luis Gómez Llorente, Honorio Díaz, José Manuel Palacios y Emilio Barbón. Paralelamente la candidatura conjunta Por un senado Democrático, formado por Rafael Fernández y Atanasio Corte Zapico por el PSOE, y Wenceslao Roces del PCE, consiguió unos excelentes resultados. El PSOE ganó las elecciones en los concejos de la zona central, industrial y minera.

El año 1979, en la elecciones generales del 1 de marzo y municipales del 3 de abril, el PSOE asturiano crece sensiblemente en porcentaje de votos, firmando además un pacto con el PCA en las municipales que posibilita que las ciudades más importantes de la región a excepción de Oviedo queden en poder del PSOE. Unos meses antes de las elecciones Rafael Fernández había asumido la presidencia del Consejo Regional, el poder autonómico que, en realidad, no recibirá las primeras transferencias hasta abril de 1980.

Paradójicamente los éxitos electorales de la FSA-PSOE determinaron cierta debilidad orgánica del partido al haber accedido numerosos militantes a responsabilidades municipales. A esta crisis organizativa se le sobreañadió la tensión derivada de la propuesta formal de abandono del marxismo hecha por Felipe González en el XXVIII Congreso. La FSA jugará un gran protagonismo en dicho congreso al presentar una moción donde afirmaba el supuesto carácter de partido de clase y marxista de la organización. La moción asturiana fue aprobada, lo que provocó la dimisión de Felipe González quien paradójicamente había accedido a la Secretaría General en Suresnes con el apoyo de algunos miembros de la delegación asturiana. La crisis se saldará con el Congreso Extraordinario celebrado en Madrid el 27 y 28 de septiembre, tras cambiarse el sistema de votaciones. Felipe González vuelve a la Secretaría General quedando reforzado su liderazgo, mientras que Ramón Rubial asume la Presidencia del Partido, Guerra la Vicesecretaría y José Ángel Fernández Villa ocupa un cargo de vocal.

La FSA adapta las resoluciones del Congreso Extraordinario mediante su XXI Congreso, en que se refuerza a Sanjurjo como secretario y Luis Martínez Noval asume la Vicesecretaría y se presenta además un programa de gobierno para la Comunidad Autónoma, siendo designado Rafael Fernández como candidato. Autonomía que había quedado constituida el 31 de enero de enero, a los veinte días de publicarse el Estatuto de Autonomía en el BOE.

Las elecciones autonómicas del 8 de mayo de 1983 reprodujeron los resultados que el PSOE había obtenido en las generales de octubre de 1982, año en que González llega al poder, logrando una cómoda mayoría absoluta. Desde entonces el voto socialista va decreciendo paulatinamente conforme se suceden en la presidencia de la región Rafael Fernández Álvarez (1978-83), Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos (1983-91), Juan Luis Rodríguez Vigil (1991-93) y Antonio Trevín Lombán (1993-95). Finalmente el PP ganará las elecciones de 1995, formando gobierno con el apoyo del PAS y siendo nombrado Sergio Marqués presidente. Pero la crisis del PP y la aparición de la URAS posibilitarán que la FSA recupere el Gobierno Regional y la mayoría absoluta con Vicente Álvarez Areces como candidato. En las siguientes elecciones, en 2003, el PSOE perderá nuevamente su mayoría absoluta viéndose obligado a formar un gobierno de coalición con IU-Bloque por Asturias, grupo al que han de ceder dos consejerías. Esta situación se reedita en las elecciones del 27 de mayo de 2007 en que el PSOE, muy desgastado, gana las elecciones por la mínima, obteniendo veintiún diputados frente a los veinte del PP.

La derrota del PSOE en las elecciones nacionales de 1996 abrirá un periodo de inestabilidad dentro de la organización, agravado por el descalabro de las elecciones de 2000, que no se saldará realmente hasta la victoria del PSOE en las generales de 2004. Tales tensiones tendrán su reflejo en la FSA, que atravesará una fuerte crisis interna cerrada finalmente en su XXVIII Congreso, celebrado en Oviedo el 4 y 5 de noviembre de 2000. Este congreso designa a Javier Fernández, consejero de Industria del Gobierno Regional, como secretario general, por 215 votos frente a los 194 de Álvaro Álvarez, secretario general de la Agrupación de Avilés.