Enriqueta García Infanzón
Escritora nacida en Tineo en 1888 y educada en Luarca. Falleció en su casa de Tineo, el 10 de enero de 1947.
Era hija de una familia hidalga; su padre era Alcalde y su madre hija del afamado D. Melitón, médico de Tuña, descendiente del general Riego.
Bajo el seudónimo de Eugenia Astur publicó numerosos cuentos, crónicas y artículos de crítica literaria en muchos periódicos y revistas locales y nacionales (sobre todo madrileños) entre ellos el ovetense Región, con el que colaboró desde su apertura en 1923, y en el gijonés La Prensa. Atraída desde su juventud por las letras, se inició como publicista en 1916. Escribió las novelas Memorias de una solterona, La mancha de mora y Rosina, apareciendo estas últimas, ambientadas en Asturias, en un sólo volumen; aunque su mayor éxito lo cosechó con libros biográficos, como los dedicados a Fermín Canella (Fermín Canella, su vida y sus obras) y a Riego (Riego: estudio histórico político de la revolución del año 20). El interés histórico de su trabajo sobre el general Riego, por cuanto tenía de desmitificación de la figura del militar tinetense, sería subrayado por José María Lana Díaz en La Voz de Asturias. En su madurez colaboró con rotativos madrileños, particularmente en La Estafeta Literaria y en Domingo. Durante el franquismo, la escritora cayó en desgracia y publicó muy pocas cosas, dedicándose especialmente a escribir teatro. Con el título Amoríos Reales compuso un drama sobre los supuestos amores de la esposa de Felipe IV y el conde de Villamediana, cuyo estreno fue empañado por la muerte de la autora. Póstumamente, en 1949, vería la luz una pieza dramática titulada La Roca Tarpeya. Dotada de una amplia formación, consiguió depurar su estilo literario huyendo de la ampulosidad y adoptando, de forma impecable, una frase breve y precisa al estilo de Azorín.