El Anunciador
Periódico de intereses morales y materiales aparecido en Oviedo en 1866 y que duró hasta 1868. Fue dirigido por Eduardo Uría, y posteriormente por su hermano Enrique. Más tarde se refundió en el denominado El Eco de Asturias, dirigido también por los citados hermanos. En El Anunciador colaboraron, entre otras figuras destacables, Fermín Canella, Félix G. Llana, Tomás Tuero, Leopoldo y Jenaro Alas, Atanasio Palacio Valdés, Bernardo Acevedo y Gumersindo Solís. Según afirma Rogelio Jove y Bravo, «cuando cambió de nombre y proclamó un programa político, toda su antigua colaboración fue desapareciendo sustituida por otra, incolora también, que se calificaba unas veces como radical y otras simplemente como liberal».