Capilla de Santa Ana
Situada en el costado sur de la Iglesia de San Tirso, se trata de un recinto funerario construido en 1547. Se construyó sobre una capilla gótica exenta que se perdió en el incendio de 1521.
D. Diego Carreño financió la reconstrucción para convertir este espacio en su panteón familiar, y la ejecutó el arquitecto Juan Cerecedo el Joven.
El recinto está cerrado por una reja de hierro de muy bella decoración. El estilo que aplicó Juan de Cerecedo el Joven fue el plateresco, siendo la portada de arco de medio punto con blasón, motivos florales en las enjutas, y muy diversos motivos decorativos propios de este estilo.
Lo más renacentista de la capilla, son los sepulcros, situándose dos en cada mudo lateral abiertos bajo arcos carpaneles.
En la cornisa de la capilla puede leerse:
Capilla que hicieron y dotaron los señores Diego Carreño, vecino y regidor de Oviedo y María González de la Rúa y del Portal, su mujer a servicio de nuestro señor Jesucristo y de su bendita madre y de la bienaventurada Santa Ana la cual dotaron de tres misas cada semana y de dos fiestas, día de nuestra señora de la asunción y otra día de Santa Ana y otras misas cantadas que están en la dotación cuyo traslado queda hecho en el archivo de la ciudad. Capilla de Santa Ana |
El retablo de la capilla es de José Bernardo de la Meana, realizado en 1754 sobre grandes columnas.
El altar es barroco, de plata labrada, con relieves que representan a Santa Ana, la Virgen y San Joaquín, realizado por Tomás Solís en 1681.
Se encuentran en esta capilla obras de otros autores de los siglos XVII y XVIII.