Alvar González Morán
En su nota preliminar Ramón Alvargonzález, comienza narrando como en los sucesos y pugnas por el trono entre Enrique de Trastámara y sus hermanos, contra su único hermanastro (el rey Pedro I), los caballeros y nobleza asturiana tuvieron una importantísima relevancia. Luego expone como "fuente histórica" principal en la que basa sus estudios sobre Alvar González Moran y Garcí Morán, las CRONICAS DE LOS REYES DE CASTILLA, del canciller Pedro López de Ayala, "historiador o biógrafo" coetáneo a estos hechos.
La crónica del canciller López de Ayala, se comienza a ocupar de Alvar González Morán, en la documentación referida a 1351, narrando que este caballero, junto a Vasco Alfonso de Portugal, eran dos hombres principales, de confianza y guarda de Juan Alfonso de Alburquerque (el protector y valido -"semi-regente"- de Pedro I, mientras era niño). Estando en Burgos la Corte, Alburquerque convence al joven rey para que condenase a muerte a Garcilaso de La Vega, al que habían tomado preso, acusado de traición y de apoyar un complot contra el monarca, aprovechando una enfermedad del pequeño (en 1350). Diciendo textualmente la crónica: "Entonces mandó el rey a Vasco Alfonso de Portugal y a Alvar González Morán, que eran dos caballeros que guardaba a D. Juan Alfonso, que dixesen a los ballesteros que tenían preso a Garci Lasso que lo matasen"(...) "e ellos no lo osaban facer". Uno de los ballesteros que reciben esta orden y que no quiere cumplirla se acercó hasta el rey "e dixole: Señor. ¿Qué mandades facer con Garci Lasso?. E dixo el rey: Mando a vos que lo mateis" (debiendo así cumplir la orden real, los ballesteros al mando, de Alvar González Morán y Vasco Alfonso de Portugal).
Nuevamente aparece Alvar González Morán en las Crónicas de López de Ayala, en la del año 1353, acompañando al rey desde Valladolid a Toledo y como comisionado y garante al acabar el "valimiento" de Alburquerque, quien ha de mandar a su hijo como garantía al rey, que ya no deseaba tener los servicios de este "protector y gobernante". En este año, Alburquerque hace un último intento de reconciliación con el rey y para ello manda a dos caballeros a hablar con el monarca en el mes de Julio, pero cansado el rey D. Pedro de su valido, decide matar a quienes venían a tratar en nombre de Alburquerque. Uno de ellos era Alvar González Morán, quien es advertido por soldados de María de Padilla en Medina del Campo, de las pretensiones del soberano; y antes de llegar a su reunión en Olmedo, huye (seguramente hacia Salamanca; sin llegar a entrar en aquella villa donde les esperaba la muerte). Por su parte Alburquerque también hubo de huir hacia su tierra natal (Portugal) por temor a represalias del soberano Pedro I, acabando así la vida política de este gobernante en Castilla.
Tras este hecho, parece que al irse Alburquerque hasta Portugal, de nuevo Alvar González Moran recupera el favor real y así le vemos firmando entre los cincuenta caballeros, que -en representación de D. Pedro- firman la Paz de Reino. "Tratado" de paz entre Enrique y su hermanastro Pedro, que se rubrica en 1354, en el lugar llamado Tejadillo, sito entre la ciudad de Toro y el pueblo de Morales de Toro (y en el que participan los Infantes de Aragón y Blanca de Navarra, como testigos de los Condes de Trastámara). Parece ser que tras ello, consigue Alvar González Morán conservar la ciudad de Salamanca, que seguramente gobernaba (en la que vivía, según unas y otras versiones) para la causa de D. Pedro, ante las sublevaciones de 1354.
Sobre los orígenes asturianos (más concretamente de Gijón) de tal caballero, los autores más importantes que lo ratifican y explican su ascendencia y descendencia son, entre otros: El P. Luis Alfonso Carvallo (hacia 1575, en "Antigüedades y cosas memorables del principado de Asturias"); quien lo distingue entre los tres asturianos más destacados que apoyaban la causa del rey D. Pedro (junto a Diego González de Oviedo y Fernán García Duque). Este estudioso del siglo XVI, es el primero que le denomina Alvaro González Morán, como también es conocido en las crónicas históricas. Igualmente lo hace Carlos González de Posada en sus "Memorias Históricas del Principado de Asturias y Obispado de Oviedo" a fines del siglo XVIII. Pero quien quizás mas se dedica al estudio de esta figura fue Gaspar Melchor de Jovellanos, quien en su obra "Gijón en la Edad Media" narra cómo claramente, era nacido en esta ciudad asturiana. Asimismo, Jovellanos afirma textualmente que de este caballero (y de su hijo, Garcí Morán) descienden las familias gijonesas nobles, de los Alvargonzález y de los Moran de la Bandera -o, Moran Lavandera-. Ramón María Alvargonzález niega que este sea el ancestro de los Alvargonzález (en su pag. 730 del mencionado estudio). Por su parte, en lo que se refiere al apellido Morán de la Bandera, hay varios estudios que mencionan que se origina en este caballero Alvar González Moran (como afirma Jovellanos) por haber sido este, Caballero de la Orden de la Banda, y lucir luego su familia, esta "Banda de Castilla" (o pendón) de color morado en memoria de D. Pedro; lo que les dio nombre como: Moran de Labandera. Finalmente, autores más recientes, como Estanislao Rendueles y Julio Somoza (Gijón en la Historia General de Asturias, 1908), ratifican esta filiación asturiana y descendencia del caballero.